Sindicales

7/7/2007|899

¡¡¡A luchar!!!


Una de las cuestiones que más se debatió fue la necesidad de no salir solos (como seccional) a luchar por el salario. En el 2004 y con la flamante comisión directiva antiburocrática en funciones, las asambleas y marchas junto a los auxiliares de la educación fueron el motor de la defensa de los intereses del conjunto de los trabajadores. No sólo desde las autoridades ministeriales, el gobernador Solá en persona, en su reciente paso por Bahía, puso énfasis en atacar los paros docentes, y hasta el intendente se las tomó con el Suteba (Prensa Obrera reprodujo la respuesta del sindicato al Dr. Lopes).


 


Pero el miserable aumento otorgado por el gobierno de Solá pudo más que las dudas y el aislamiento. Así se largó una convocatoria a ir a las escuelas, pero no dar clases; debatir, sin tener siquiera un documento convocante. Paralelamente, se convocó para el mismo día a asambleas en doble turno en el Sindicato de Empleados de Comercio, y así se congregaron por la mañana más de trescientos docentes, que luego de deliberar cumplieron con la rutina de rigor, de marchar por las calles de la ciudad. Por la tarde, otra asamblea de más de un centenar de docentes prosiguió con la metodología acordada. Cuarenta y ocho horas antes, La Nueva Provincia hacía notar la presencia de un funcionario ministerial (La Plata) que venía a informar a los docentes que les descontarían el día, si no concurrían a clases, y como si fuera poco, los pibes del “Nacional” cortaron la calle porque no tienen calefacción y tardarán noventa días en arreglársela. Rápidamente se decretaron tres días de suspensión de clases para “arreglar” la calefacción. El Cromañón educativo hace aguas por donde se lo mire, pero los autores del Sutebazo siguen por el camino correcto.