Sindicales

10/3/2020

A pesar del 9M, Alicia Kirchner sigue despidiendo maestras por hacer paro

En medio de las marchas por Día Internacional de la Mujer Trabajadora este 9M, se conocieron nuevos despidos de docentes que se adhirieron a las medidas de fuerza. Es que una cantidad de directivos habían preservado a los docentes que, debiendo tomar un cargo, se adhirieron al paro el pasado 3 y 4 de marzo. Los directivos dieron las altas y esos docentes dieron clases el resto de la semana.


Las autoridades educativas salieron escuela por escuela para detectar estas situaciones y dar de baja a docentes que han trabajado varios días después del paro. Que esta persecución extrema se desarrolle en el día internacional de lucha de las mujeres, pinta de cuerpo entero al gobierno de Alicia Kirchner.


El ataque a las y los huelguistas es parte de un ataque antisindical de fondo, con la conciliación obligatoria y la amenaza de tramitar ante el Ministerio de Trabajo de la Nación, el retiro de la personería gremial de la Adosac. Los docentes de Santa Cruz históricamente se han negado a acatar esas conciliaciones que emanan de una legislación provincial antihuelgas.


Es muy importante la solidaridad de todas las organizaciones sindicales y de lucha de todo el país, ante estos atropellos.


En el día de hoy se reúne el plenario de secretarios generales de Adosac y se esperan nuevas medidas de fuerza en los próximos días, ya que el gobierno se mantiene en su posición de no reincorporar a las y los cesanteados, que suman más de cien en toda la provincia, y el número crece. Ni hablar de que las ofertas salariales de un 6 % al básico y sumas fijas por otro 6%, todo a cobrarse en junio, han  sido rechazadas masivamente por la docencia.


En el marco de una crisis petrolera, con amenaza de miles de despidos, de los despidos en YCRT y los municipios, y de los despidos de maestras como represalia por hacer paro, se vuelve urgente organizar un gran movimiento de lucha contra los despidos y por las reivindicaciones de los trabajadores y las trabajadoras. La marcha del pasado 6 de marzo, en Río Gallegos, fue un primer paso en ese sentido.