Sindicales

16/1/2014|1300

Abajo el fraude de la burocracia

SINDICATO DE LA CARNE DE CORDOBA

Las elecciones en el Sindicato del Personal de Frigoríficos de la Industria de la Carne de Córdoba (SPFIC), convocadas para el próximo mes, se realizarán bajo una crítica situación. De los frigoríficos exportadores, sólo el Logros (Grimaldi) se mantiene produciendo; el Colcar (JBS, Brasil) cerró hace dos años y el Estancias del Sur (Marfrig, Brasil) se encuentra produciendo al mínimo, con despidos y una brutal reducción salarial.

En el resto de los establecimientos, que trabajan para el mercado interno, los salarios no superan los 4 ó 5 mil pesos mensuales y los ritmos de producción son extenuantes, en varios se trabaja sin noria y se cobra a destajo.

La mayoría de las patronales (opositoras a los K) responsabilizan al gobierno nacional por la situación y reclaman el fin de las trabas a la exportación -retenciones e impuestos- y la liberación de los precios internos.

Una burocracia acabada
La burocracia del sindicato, alineada al kirchnerismo, ha sido cómplice tanto de los cierres y despidos como de la flexibilización y la miseria salarial; su descrédito ante las bases es terminal, ya ni pisa los establecimientos y mucho menos reúne al cuerpo de delegados o la asamblea general.

Contra ella se conformó la “Agrupación 1º de Mayo – Lista Marrón”, un agrupamiento basado en delegados y activistas de los principales establecimientos como Estancias, Logros, Bustos y Beltrán, Novara, Cantonati y otros, que se propone disputar la conducción del gremio.

Rompamos el fraude
Consciente de su debilidad, la burocracia impuso una Junta Electoral, votada en una “asamblea” clandestina de no más de 30 personas, para armar el fraude (empezaron por suprimir las urnas en casi todos los establecimientos, lo que obligaría a los afiliados a recorrer distancias superiores a los 30 kilómetros para votar). En una primera instancia la Junta oficializó a la Lista Marrón pero ante las dudas de que el fraude le alcance, decidió impugnarla con argumentos amañados e ilegales.

Las patronales por su parte largaron una fuerte campaña de presiones, amenazas y compra de voluntades para desbaratar la lista alternativa. Al mismo tiempo pusieron una guardia policial a custodiar la sede sindical. Es claro que los gobiernos nacional y provincial, y las patronales actúan en común para sostener a la vieja directiva.

La Lista Marrón rechazó todas las maniobras ante el Ministerio de Trabajo de la Nación, exige su oficialización y que repongan las mesas de votación en los lugares de trabajo. Hay que impulsar asambleas en cada establecimiento y movilizar a todo el gremio para romper el fraude.


Jorge Navarro