Sindicales

1/6/2006|948

Abajo la represión

Partido Obrero de Barranqueras, Chaco


El miércoles 24, cuarenta compañeros del Polo Obrero de Barranqueras fuimos reprimidos (y 19 fuimos detenidos) por orden del ministro Hugo Matkovich y la intendenta Alicia Azula. Ambos pertenencen a la Alianza.


 


Al no poder dar respuesta al hambre de los desnutridos, hicieron lo que mejor saben hacer: reprimir, criminalizar la protesta social.


 


Llevamos más de diez años luchando por trabajo genuino, sin respuestas. Presentando proyectos serios para reabrir fábricas bajo gestión obrera, y a través de leyes para industrializar la materia prima: cuero, algodón, madera, girasol, etc.


 


La represión es una muestra del ensañamiento del Estado , al ver que la clase trabajadora se organiza, lucha, se politiza y resuelve el problema más elemental: la alimentación, a través de comedores populares, ejerciendo el control obrero. La familia completa se alimente. El Estado tiene reglamentos que “no permiten que de esta asistencia coman personas mayores de cinco años”. Contra eso luchamos.


 


En Barranqueras, en el humildísimo barrio obrero “La Toma” se registra el mayor índice de desnutrición, sobre todo entre recién nacidos, embarazadas y ancianos. Pero el Estado presiona y persigue a los médicos que denuncian esta enfermedad social.


 


En el diario Norte, el sábado 27 se publica un extenso artículo sobre el ranking de la pobreza infantil y de la indigencia. Seguimos siendo los primeros. La pobreza, la marginación, pero sobre todo la desnutrición, avanzan de manera terrorífica en el Chaco. Esta nueva generación de esclavos, los niños desnutridos, pasan automáticamente a convertirse en mendigo-dependientes del Estado.


 


Nuestros hermanos aborígenes llevan a cabo una heroica lucha cortando las rutas del Chaco, reclamando la entrega de sus tierras y exigiendo la renuncia del intendente de Villa Río Bermejito.


 


Nuestro deber es completar la tarea inconclusa del 20 de diciembe de 2001, construyendo un gran partido obrero, revolucionario y socialista, e instaurar un gobierno obrero. Para lograr este objetivo debemos coordinar las luchas, impulsar asambleas barriales, discutir y votar un programa político, socialista y de conjunto hasta lograr la victoria .