Sindicales

11/6/1998|588

Acerca de la “Declaración de Córdoba”

Gloria Sueyro, secretaria de Prensa ATE Moreno

Por supuesto adhiero totalmente a la “Declaración de Córdoba”, porque pertenezco a una nueva generación de sindicalistas.


No estamos de acuerdo con los partidos patronales ni con la CGT traidora, ni con las “Centrales obreras” que evidentemente tienen algún tipo de alianza (subrayo “alianza”) con estos partidos y con el poder.


Los sindicalistas nuevos, que hemos surgido con el paso de los años debemos juntarnos para no estar tan atomizados.


Esta atomización es producto de estas centrales. Sus lazos con los partidos patronales hacen que no den respuesta a nuestros reclamos.


Por ejemplo, desde Moreno llevamos al Congreso de ATE el planteo de huelga general. Allí, los dirigentes se opusieron, gritaron, taparon nuestras intervenciones y terminaron diciendo que hagamos lo que podamos desde las seccionales. ¡Esto es aislarnos! No me da respuesta, no nos deja tener un plan de lucha o tomar medidas, por más que tomemos decisiones o tengamos una visión superadora de cómo encarar la lucha.


Tomar medidas por nuestro lado no es lo mismo que tomarlas de conjunto.


Tiene un sentido, es una política para romper con la unidad de la clase obrera.


Por eso acuerdo con las organizaciones sindicales y políticas, que como en Córdoba, se ponen en contacto más allá de las centrales a las que pertenecen.


Está la lucha por lo que deberían pronunciarse todas las organizaciones obreras, madre de todas las desgracias, o sea por el no pago de la deuda externa.


Que se declaren por la anulación de la Reforma I y II del Estado, de las privatizaciones y de todos los convenios y cláusulas flexibilizadoras.


La unidad de los trabajadores se reconstituye con los compañeros y organizaciones más representativas que comiencen a actuar de conjunto.


Nuestras reivindicaciones son más poderosas que las líneas que bajan los partidos patronales.


Acuerdo con convocar un encuentro nacional de trabajadores que trace una nueva perspectiva política y de lucha.


Esto permitirá superar la dependencia de los partidos patronales y construir la herramienta, el partido que construyan los trabajadores para organizarse y llegar al poder.