Desde el medio día del miércoles 1ª de julio la fábrica está totalmente parada. Las asambleas generales por turnos ratifican la huelga.

 

El conflicto estalló frente al despido de cinco contratados en acería. Luego de una asamblea que rechazó los despidos y paralizó la planta de Acería – desde las 2  del 1 de julio hasta las 14, cuando se realizó una nueva asamblea-  la patronal subió la apuesta echando a nuevos laburantes; pero ahora de planta. En total son doce obreros cesanteados, seis contratados y seis de planta.

 

Las asambleas ratificaron la huelga con el convencimiento que la patronal va por más.

 

Acindar está preparando un ajuste mayor sobre el salario y las condiciones de trabajo. Apunta a atacar las conquistas de fábrica contenidas en el convenio propio de fábrica que siempre mejora las migajas que arregla la burocracia nacional de la UOM.

 

El convenio Acindar está en discusión y la patronal quiere hacer realidad el techo salarial firmado por Caló y avanzar sobre la productividad de fábrica profundizando la ofensiva, en primer lugar de los tercerizados. La patronal golpea sobre la organización gremial echando a uno de los delegados de las tercerizadas.

 

Este conflicto vuelve a provocar un cimbronazo en el pueblo de Villa; que se ve agravado con el cuadro terminal de Paraná Metal, donde está trabajando un 10% de la planta histórica y anunció un futuro cierre como consecuencia del parate industrial en el país.

 

La posibilidad de una “conciliación voluntaria”, planteada por el Ministerio de Trabajo donde se levantaría el paro con los despedidos afuera es un camino de desgaste y derrota del conflicto. Esta opción fue unánimemente rechazada en la asamblea realizada a las 22  del día 2 de julio.

 

El camino es otro

La continuidad y firmeza de la huelga en Acindar y el agravamiento de la crisis en la zona, por el contrario, plantea el paro de toda la seccional y la movilización popular para enfrentar la ofensiva patronal.

 

Esta lucha se puede ganar. 

 

La reciente huelga general aceitera y la movilización de todo el gremio, con bloqueos frente a los grandes pulpos aceiteros y sojeros de la ciudad de San Lorenzo, logró una enorme victoria salarial.

 

Ese es el camino. La dirección Azul de la UOM Villa debe poner todos los recursos del gremio en esta lucha, convocando a la huelga de toda la seccional y al pueblo de Villa para impedir los despidos, reincorporar a los cesanteados y defender las conquistas de fábrica.