El último viernes 30 de marzo, la empresa Acindar despidió al trabajador y ex delegado Daniel Toro, argumentado “bajo rendimiento”. De inmediato se convoca a una asamblea general y se declara un paro contra el despido. Por la tarde, en una votación confusa, se levanta el paro.

La verdadera causa que originó el despido se debe buscar en la oposición a los planes de reconversión al interior de la empresa que viene llevando adelante la multinacional Acindar, como la recategorización de los trabajadores vulnerando el convenio colectivo metalúrgico, la reducción del salario y la creciente flexibilización de las formas de contratación (trabajadores tercerizados, de agencia, etc.).

Esta empresa es parte del principal grupo siderúrgico del mundo (Arcelor Mittal) y viene obteniendo en los últimos años enormes ganancias. Para mantener estas altas tasas de rentabilidad viene sistemáticamente avanzando sobre los derechos de los trabajadores, y ahora persigue y discrimina a aquéllos que alzan la voz contra esta prepotencia patronal.

Daniel Toro tiene 12 años de antigüedad y fue delegado de sector durante dos años. Hace un poco más de un año dejó de ser delegado, ya que el sindicato (UOM) modificó la forma en que tradicionalmente se han elegido delegados de base en la fábrica y decidió realizar la elección por lista sábana. El compañero tiene un legajo intachable.

Es necesario que todas las organizaciones sindicales, sociales y políticas exijan la inmediata reincorporación de Daniel Toro y denuncien, una vez más, la discriminación laboral y la prepotencia patronal.