Esta mañana los trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial realizaron junto a delegaciones solidarias una concentración y acto frente al organismo, a días de que la patronal anunciase siete nuevos despidos –que se suman a los 258 de enero- y cuando circulan informaciones de que serían el primer paso de un centenar de cesantías. 

En las puertas del Parque Tecnológico Miguelete, sede central del organismo, reclamaron (y lograron) que se garantice el ingreso de los despedidos al predio, que la patronal venía impidiendo con policías y patotas, en violación de un acta firmada en sentido contrario. 

A su turno, demandaron que el presidente del INTI Javier Ibañez reciba a una delegación de diputados nacionales y legisladores con quienes se había comprometido a abrir una mesa de diálogo para rever la situación de los despedidos de enero; pero Ibañez echó mano de nuevas maniobras para evitar recibirlos. 

 

Los trabajadores han señalado que días atrás tuvieron acceso a un nuevo material sobre la reestructuración del INTI que confirma sus denuncias: el documento elaborado por las autoridades hace explícita la intención de eliminar líneas de trabajo y sectores del Instituto. 

En el acto se hicieron presentes el legislador porteño Gabriel Solano y otros dirigentes del Partido Obrero-Frente de Izquierda, como Néstor Pitrola y Marcelo Ramal, que enmarcaron los despidos, la militarización y el desguace del organismo en el pacto de ajuste del gobierno con el FMI; denunciaron las cesantías en el Estado como una señal a los privados para que hagan lo propio; y plantearon la necesidad de un paro activo de la CGT y un congreso de bases de las centrales para definir un plan de lucha que quiebre este plan de guerra contra los trabajadores.