Sindicales

28/10/2020

Aerolíneas Austral y Latam: necesitamos una lucha unificada

Recientemente se realizaron caravanas de los trabajadores de ambas empresas, que vienen sufriendo un gran ataque patronal.

Agrupación La Pista

Los días 19 y 20 se realizaron dos caravanas de trabajadores aeronáuticos. Los autoconvocados de Latam se dirigieron al aeropuerto de Ezeiza junto a tercerizados de GPS y Securitas (seguridad), mientras que al día siguiente el Cuerpo de Delegados de Austral se dirigió a Aeroparque con motivo de la reunión de accionistas de la empresa.

Tanto el cierre de Latam como la eventual desaparición de Austral forman parte de un plan de ajuste compartido entre la patronal chilena y el kirchnerismo al frente de la aerolínea estatal.

El camporista Pablo Ceriani, presidente de Aerolíneas Argentinas, acaba de obtener la modificación en su favor de las normas de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) que regulan los tiempos máximos de actividad y mínimos de descanso del personal aeronavegante. De este modo se elimina el obstáculo legal que frenaba la reducción de descansos y la extensión de horarios, un aspecto central de la flexibilización de los convenios.

También logró que el directorio de Austral convalidara su absorción por Aerolíneas a pesar de no existir balances. En lugar de convocar al Tribunal de Tasaciones de la Nación, único organismo que puede evaluar el patrimonio público, la gerencia de Aerolíneas puso a dedo a un estudio privado.

Desde el inicio de la pandemia en Aerolíneas se produjeron cuatro despidos sin causa a pesar del decreto que los prohíbe; centenares de suspensiones con rebaja salarial; suspensiones persecutorias en Austral y persecución a delegados por hacer cumplir el convenio colectivo.

En Latam, la patronal ha logrado imponer el retiro “voluntario” de más de 1.000 trabajadores, y pasar a más de 300 al convenio de Comercio. A pesar de las intimaciones ministeriales, los trabajadores siguen cobrando la mitad del salario. Se negocia para el personal de tierra restante una reubicación incierta, lo que incluiría una tercerizada de servicios de mantenimiento impulsada por la conducción de Ustara (técnicos de Latam).

Aunque el Estado rechazó el Preventivo de Crisis presentado por Latam, le dejó sacar aviones de matricula nacional fuera del país; y a pesar de que anunció su decisión de abandonar los vuelos de cabotaje, se le permitió retener esas rutas para su eventual venta a un tercero. Tanta permisividad se explica porque el gobierno tiene los mismos objetivos ajustadores en la aerolínea estatal.

Una sola lucha

Las autoconvocatorias expresan una reacción de los trabajadores a la pasividad y la colaboración de las burocracias sindicales con las patronales. Siendo un primer paso para superar la parálisis, los sectores que luchan deben unirse.

El Cuerpo de Delegados de Apta Austral debería extender sus convocatorias, en primer lugar a sus compañeros de Aerolíneas, porque pertenecen a la misma empresa y sindicato hace más de veinte años. Es una división histórica fomentada por la patronal y la burocracia de Apta que debe ser superada en la lucha común por la defensa de los derechos adquiridos.

No se trata de advertir sobre el futuro incierto que espera a los técnicos de Austral si pasan a Aerolíneas. Se trata de luchar contra la misma patronal que quiere hacernos pagar su crisis a todos los trabajadores del grupo Arsa. Más aún: no hay posibilidad alguna de luchar contra los despidos, las suspensiones y desafueros si no somos capaces de unificarnos en un solo movimiento masivo de todos los afectados por la crisis del sector.

Los autoconvocados de Latam vienen integrando a sectores como Avian, Gate Gourmet y a los tercerizados de GPS y Securitas. Se han manifestado frente a la embajada chilena, en el Ministerio de Transporte y cortaron la Richieri en Ezeiza. Apoyarnos en acciones comunes romperá el aislamiento al que nos someten las burocracias de los sindicatos.

Llamamos al activismo combativo a autoconvocarse en un gran plenario aeronáutico para impulsar asambleas que voten un plan de lucha unificado. Ahora es cuando.