La campaña tratando de crear incertidumbre sobre la situación de AA -que se cierra, que está en quiebra, que se van los americanos, que vuelven los españoles, que se hace cargo el Estado- ha mostrado su verdadero propósito.

Iberia ha colocado la rebaja salarial como la medida fundamental para el rescate de una empresa que españoles y americanos se han encargado de endeudar.

Esto ha despertado una importante conciencia en los trabajadores, incentivada porque los dirigentes sindicales de los cuatro gremios han mostrado su vocación de traición ante cada conflicto: dejaron pasar la privatización, la modificación de las condiciones laborales, muertes de compañeros, accidentes aéreos provocados por la “disminución de costos”.

Se produjeron enfrentamientos dentro de las propias conducciones gremiales (mecánicos) y maniobras para deshacerse de los dirigentes díscolos, disminuyendo la cantidad de delegados de base y promoviendo elecciones truchas.

Los trabajadores, por su parte, han iniciado acciones de denuncia de estas maniobras ante el Ministerio de Trabajo y de defensa de los contratados, y crearon un verdadero tejido de solidaridad entre los mecánicos y los delegados más combativos.

Se abren las condiciones para un agrupamiento que supere a los dirigentes sindicales burocráticos y encare la organización y lucha contra la rebaja salarial y por la defensa de las conquistas laborales.