Sindicales

23/3/2006|938

Aerolíneas: Si no hay huelga no habrá aumento salarial


El paro de 48 horas planteado por los pilotos y técnicos de Aerolíneas Argentinas y Austral se encuentra en suspenso. Las direcciones de Apla y Apta lo reemplazaron por una movilización para el 16 que luego se postergó al 21 y sin paro.


 


Aerolíneas sigue ofreciendo un aumento del 20% remunerativo, que está lejos del 70 y 45% que reclaman pilotos y técnicos.


 


El grupo español extorsiona para que el gobierno incluya “un incremento del 20% en los precios de las tarifas de cabotaje (también pedido por LAN), la exención del IVA en el combustible… y la creación de un fondo para subvencionar rutas no rentables” (El Cronista, 9/3). Además, debería levantar las impugnaciones del Estado a los balances de AR por diversos fraudes.


 


La lucha por el salario está en el medio de una feroz lucha por el destino de los negocios en el transporte aerocomercial. Según una información no desmentida suministrada por La Nación, Kirchner habría intervenido drásticamente a favor del grupo Marsans. Luego de llegar a un acuerdo general con el gobierno español sobre las privatizadas, “comenzó también a disciplinar el conflicto Aerolíneas Argentinas”. Citó a Ricardo Cirielli y “lo vapuleó de esta manera: no voy a nacionalizar ni a estatizar esa compañía. Tampoco se la voy a sacar a sus actuales dueños. No hay ninguna razón para hacer eso. Si hay una próxima huelga vos te irás del gobierno y yo voy a intervenir los gremios de pilotos y técnicos. Es la posición del gobierno” (19/3).


 


El clima a favor de relanzar la lucha es extendido, en particular en la base obrera de los técnicos. Pero la mayoría del cuerpo de delegados de Apta se mantiene fiel a la estrategia vacilante de la conducción gremial. Un sector del activismo está reclamando la convocatoria a una asamblea general conjunta, retomando el método de la última huelga, para que se informe sobre las negociaciones y se resuelva la continuidad del plan de lucha. Pero la conducción de Apta mantiene su política de asambleas de sector “informativas”. Mientras tanto, la tensión crece.


 


Es necesario votar la continuidad del plan de lucha y la huelga general por tiempo indeterminado.