La tregua salarial que la conducción de Amsafe le dio al gobierno, aceptando el aumento de 60 pesos en negro, chocó a principios de año con la voluntad de los 3.000 votos de Rosario.

Estos 3.000 votos no sólo denunciaban que el mandato era, como el resto de los estatales, de 250 pesos al básico, sino que impulsaron un paro por tiempo indeterminado, independientemente de lo que resolviera la asamblea provincial. Cabe recordar que esta asamblea provincial es donde se trituran las voluntades de los departamentos que quieren luchar.

Cuando los docentes rosarinos se enteraron de los resultados de la asamblea provincial, de aceptar los 60 pesos en negro, se convocaron en las puertas del gremio para denunciar a la Comisión Directiva departamental, quebrada, y a la conducción directiva provincial. La denuncia caló hondo en todas las escuelas.

La autoconvocatoria ayudó a aclarar entre los docentes que necesitábamos otra dirección para organizar la lucha.

Se cambió el ritual de dejar que las decisiones murieran en la asamblea provincial, y comenzó a plantearse con mucha fuerza la posibilidad de cambiar la dirección.

Que Rosario entierre a Tessa y recupere Amsafe a nivel provincial, para luchar por el salario y las condiciones laborales, será nuestra tarea.