Sindicales

16/6/2016

Alimentación: por un sindicato para enfrentar el ajuste

Conquistamos la oficialización de la Naranja

candidato a Secretario General por la Lista Naranja


La Junta Electoral oficializó la Lista Naranja en el STIA -sindicato de la alimentación- Provincia de Buenos Aires. Con más de 50 candidatos y 1200 avales de 25 fábricas de la provincia, conseguidos a pesar de que la Verde “bajó” la orden de que ningún trabajador nos avalara, superamos holgadamente las trabas estatutarias, presentando lista completa en todas las categorías.


La presentación de la Lista Naranja coincide con el descontento mayoritario que el acuerdo salarial cerrado por la Federación dejó entre los trabajadores. Del reclamo inicial del 48% votado en el Congreso de Delegados de la Federación, se terminó cerrando en un 36,5% de incremento salarial, a pagar en dos cuotas; la primera en mayo (del 22%) y la restante en noviembre de (14,5%). Anualizado da un 29,25%, es decir dentro de los límites que plantea el macrismo y lejísimo del incremento del costo de vida (la inflación del 2016 ya llega a 42%) y que deja el salario inicial por debajo de los 14.000 pesos hasta noviembre –cuando el costo de la canasta familiar ya ronda los 22.000 pesos. El dialoguismo de la Verde y su coqueteo con el macrismo es pagado por los trabajadores.


Sumado a esto, la desorientación política de la Verde de Morán es ejemplar; del kirchnerismo inicial se pasó a apoyar a Massa, hasta que su candidato naufragó en Capital; de ahí volvieron al kirchnerismo críticamente, llamando a votar a Domínguez; luego de que este perdiera llamaron a votar a Aníbal y Scioli… Y como no se podía esperar otra cosa, Morán anunció hace unos días en Pilar su acercamiento al macrismo. Este acercamiento se expresa concretamente en la adaptación común de ambos a los planes patronales en Cresta Roja, consistentes en despidos, rebajas salariales y precarización laboral, disfrazadas de “reactivación ejemplar”. El macrismo no tiene otra agenda que la de descargar la crisis capitalista sobre los trabajadores, y la Verde de STIA no tiene otro plan que apoyar la agenda de las patronales. Las coincidencias no podían ser mayores.


 


Una Lista para el activismo


La Naranja ingresa a la campaña electoral con una Lista Verde cada vez más desgastada, porque su condición de dialoguista y conciliadora se opone con la necesidad de lucha de los trabajadores del gremio ante un ajuste en curso que arrecia contra las condiciones de vida de los trabajadores. El escenario del tarifazo y la crisis industrial –que golpea ya al conjunto de las pequeñas y medianas empresas- acelerará la experiencia de los trabajadores con la Verde, y nuestra Lista tiene que apuntar a ser un canal que la oriente hacia posiciones clasistas.


La difusión de un programa de lucha contra el ajuste para el STIA despertó el interés de un sector importantísimo de activistas, que garantizaron la juntada de avales para la presentación de la Lista. Nuestras postura en defensa de un salario igual al costo de la canasta familiar, de los puestos de trabajo, del descanso del fin de semana –tal vez el reclamo más sentido a lo largo y ancho del país-, por la discusión de un nuevo convenio y por la abolición del Impuesto a las Ganancias son una agenda de lucha para el STIA bonaerense pero también una referencia para el numeroso activismo opositor a la Verde del país.


Tenemos por delante una tarea tan compleja como estratégica: difundir las posiciones del clasismo en las más de 200 fábricas que componen el gremio, en más de 100 distritos de la provincia, apuntando a darle una expresión en las elecciones del 6 de septiembre a la enorme tendencia a la lucha que recorre el gremio, desde la lucha de Cresta Roja por los puestos de trabajo, de Bimbo contra los despidos, de Riera por las condiciones de trabajo, de Unilever por el descanso de los domingos y que de conjunto quedó demostrada en la adhesión generalizada a los paros por salario de esta semana.


Manos a la obra