Sindicales

7/3/2017

Alimentación: un paro frenó intento de despido en Rigrapi

delegado de Rigapi

El miércoles 1, la patronal de Alimentos Rigrapi SA (fábrica de galletitas), en la localidad de Avellaneda, intentó despedir al compañero del turno mañana, del sector logística, Diego Román Chuck.

Inmediatamente, el delegado de la Naranja, Alfredo Cano, al enterarse de esta situación, pidió explicaciones a la empresa, sin respuesta alguna. El encargado del turno solo contestó que tenía órdenes de no dejarlo entrar. Acto seguido se resolvió realizar una asamblea, que votó parar la planta hasta que ingrese el compañero Diego. A la hora, Diego era reincorporado.

Al compañero, luego de estar en reposo por ART, se le había concedido el alta. Pero al querer ingresar a la planta y restablecerse en su puesto de trabajo, la empresa Alimentos Rigrapi le había prohibido el ingreso.

La reacción casi instantánea de los compañeros produjo no solo una victoria inmediata, sino un freno a los posibles futuros despidos. La unidad y organización de los compañeros demostró, una vez más, que es el método de lucha para la victoria.

Unidad de los trabajadores

La empresa ha comenzado, sin embargo, una política de amedrentamiento para intentar quebrar la unidad de los trabajadores, mediante la impresión del fallo de la Corte del 2016, que prohíbe a delegados y/o trabajadores convocar a medidas si no son convocadas por las comisiones directivas de los sindicatos. Fallo que denunciáramos, en su momento, como un ataque contra el derecho a huelga del conjunto de los trabajadores.

La asamblea y el paro del miércoles pasado cambian el escenario en Rigrapi. La correlación de fuerzas, hasta ahora favorable a la Verde, está comenzando a cambiar. Es por esto que volvieron las amenazas, la campaña sucia y mentirosa de parte de la conducción del STIA y de la patronal, quienes claramente vienen actuando en común contra La Naranja, es decir contra la organización independiente de los trabajadores de la alimentación.

El STIA y Rigrapi, desde el año pasado, no permite que el delegado Naranja ingrese a las reuniones donde se debaten las necesidades de los compañeros, ropa de trabajo, condiciones laborales, ingresos, premios, etc, pero a pesar de esto hemos podido sortear los obstáculos y poner en pie de nuevo la asamblea de los trabajadores.

Llamamos a los compañeros de Rigrapi a estar en estado de alerta para que no se quiebre la unidad de los trabajadores, para no permitir ningún despido, para que nuestros compañeros no sean despojados de sus derechos.

A seguir por este camino, por la organización independientes de los laburantes, basta de despidos y ajuste.