Sindicales

21/11/2017

Ante el XXXI Congreso Ordinario de Suteba

23 de noviembre. La burocracia sindical celeste, apéndice de la reforma laboral


La docencia argentina y la educación pública están sufriendo el ataque más profundo de toda la historia. La reforma “anti-educativa” implementada por el régimen macrista destruye por completo a la escuela secundaria, coloca a la educación como un mero auxiliar de los capitalistas (formando mano de obra barata y constante), reduce el presupuesto  y –conforme a lo pactado por la burocracia de la CGT con Macri- se plantea eliminar al Estatuto del Docente, atacando todas las condiciones laborales de los trabajadores de la educación.


 


Los primeros grandes pasos en esta dirección de parte de Macri  se dieron durante su condición de jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, bajo la total complacencia de UTE, el sindicato de Ctera en la ciudad.


 


El anuncio de un aumento del orden del 10 por ciento en los salarios y el avance en la aplicación de la reforma educativa por parte de la gobernadora Vidal, coloca a la provincia de Buenos Aires en el centro de los objetivos del gobierno.


 


De rodillas ante Vidal


 


La paritaria docente bonaerense formalmente ha comenzado el 1 de noviembre, y es el terreno de una gran ofensiva de Vidal, que la dirección de Baradel está dejando pasar conscientemente.


 


En la página oficial de Suteba la burocracia reconoce el avance a velocidad del rayo del gobierno cuando se queja  “por las modificaciones concretas en las que ya se avanza en Secundaria y en Formación Profesional”, al tiempo que expone su completa pasividad: “las autoridades provinciales, una vez más, desestimaron nuestras demandas y se desresponsabilizaron planteando que ‘no hay nada definido’. Ante esto, nuestros representantes exigieron que la voz de lxs Docentes sea escuchada y que no se siga avanzando unilateralmente en la modificación de nuestras condiciones de trabajo”. Frente a sus narices, la gobernadora implementó para el 2018 el inicio de las escuelas secundarias del “futuro”, con decenas de instituciones “piloto” en cada uno de los distritos bonaerenses.


 


Una confesión ilevantable.


 


Por eso, no hay que engañarse. Lo esencial de la crítica de la Celeste a la gobernadora es que subestima “la participación de los sindicatos en el diseño de las políticas educativas”.


 


El XXXI Congreso Ordinario de Suteba, demagogia mediante, profundizará la política de colaboración del sindicalismo K con el ajuste del macrismo.


 


Una política nacional


 


No se trata de un deliz de Baradel. La colaboración con la reforma laboral es afín a todo el sindicalismo K.


 


La burocracia sindical de CTA-Ctera no movió un dedo en estos dos años frente los ataques contra los trabajadores de parte del gobierno macrista.


 


En un reciente mea culpa, el secretario general de ATE-Capital, Daniel Catalano,  declaró: “no vamos a volver a pasar la del 2015,  en referencia al despido de 12.500 trabajadores que realizó el gobierno de Cambiemos apenas asumió el poder” (Página 12, 13/11). Sin embargo, se desconoce qué ha resuelto ATE-Capital para evitarlo, en medio de denuncias del propio Catalano de amenaza de cientos de despidos  en Acumar,  donde plantean reducir el 49 por ciento del personal, o en lugares como el Anses o PAMI, que van a sufrir recortes de a miles.


 


Hugo Yasky tampoco convocó  a plan de lucha alguno. Peor aún, hace apenas días  afirmó que en la CGT "se está afianzando una posición de rechazo" de la reforma laboral” y  que "queremos convocar a la unidad de acción de todas las entidades sindicales y movimientos sociales" (Filo.news, 5.11).


 


El PTS es víctima de ilusiones con la burocracia.  El pasado 7 de noviembre, el PTS se negó a parar contra el Operativo Aprender, para reclamarle a la CTA que se ponga a la cabeza. Incluso, para reclamarle a la CGT un paro nacional. Un caso irrecuperable de la subordinación de la subordinación a la burocracia sindical.


 


No obstante el brutal pacto de la CGT con Macri, que ha aceptado la reforma laboral del gobierno de Cambiemos y de todos los capitalistas del país, Yasky y su Corriente Federal insisten: “estamos conversando con Pablo Moyano” (Página 12, 20/11), declaró Sergio Palazzo,  integrante de ese espacio sindical.


 


Como la CGT, el sindicalismo K es parte de una corriente política de estado de la burguesía, y actuará al son de sus necesidades. Así lo acaban de hacer en la legislatura bonaerense, en la cual 22 de los diputados del FpV votó el presupuesto antiobrero de Vidal. Todos los gobernadores del PJ-FpV firmaron el pacto fiscal antiobrero de Macri, y la entrega de las jubilaciones en todas sus provincias.


 


Unicato y participación


 


Yasky y la CTA reproducen la misma cantinela que el Suteba. Reunidos en Montevideo, en un fin de semana largo de sindicalismo itinerante, “los representantes de la CTA le notificamos al Director General de la OIT –dice una información oficial-  que el diálogo del que habla el Gobierno Nacional es parcial, ya que ambas CTA están excluidas de la convocatoria a las reuniones”.


 


Piden participar a cambio de resguardar sus intereses de casta.


 


Votamos contra la memoria y la política gremial de Baradel


 


Los congresales de la Multicolor rechazaremos la memoria y la política de la burocracia de Baradel. Desde Tribuna Docente plantearemos la necesidad de convocar al Plenario Provincial de Delegados, para resolver una política independiente de los trabajadores de la educación para derrotar a la reforma laboral, previsional y antieducativa en curso, y convocar a un plan de lucha para derrotar esta política.


 


Plantearemos la moción de que el XXXI Congreso de Suteba rompa su subordinación al gobierno, y vote paro y movilización el 6 de diciembre, para sumar a la docencia a la iniciativa convocada por el sindicalismo combativo contra las reforma laboral, previsional y educativa, y paro y movilización el día en el que se trate la reforma antiobrera en el Congreso.