El empeño puesto por el gobierno nacional en negar cualquier tipo de aumento a los 140 mil trabajadores precarizados del Argentina Trabaja (AT) sólo puede ser comparado con el puesto en reprimir a los pueblos del norte de nuestro país, que luchan contra la megaminería contaminante y la entrega de nuestros recursos naturales en gran escala, para pagar la deuda usurera internacional y financiar la fuga de capitales que ocasiona la crisis mundial.

Para encontrar antecedentes de esta negativa a los petitorios, manifestaciones, cortes de calle, acampes y medidas de lucha que reclaman desde hace más de dos años el aumento y las condiciones de trabajo y el fin de la precarización laboral que implica este trabajo, hay que remontarse a los gobiernos de Duhalde o De la Rúa, que fueron igualmente cerrados a los reclamos piqueteros.

La respuesta que han dado los compañeros de Famatina y de Catamarca es la única posible ante esta cerrada política antiobrera y antipopular.

El aumento de los precios de los alimentos y de los útiles escolares crece como la bronca crece en los barrios y más todavía cuando queda en evidencia que las promesas de los punteros K anunciando el aumento del AT, en las elecciones pasadas si ganaba Cristina, se esfumaron en el aire.

El triunfo de CFK no sólo no trajo el aumento, sino que vino con ajuste y un tarifazo.

Se acabó el verso K y la realidad es que llevamos tres años con los ingresos congelados.

Nadie puede vivir con 1.200 pesos y con una inflación que ya se comió más del 50% del poder adquisitivo de nuestros ingresos, por si fuera poco en pocos días comienzan las clases y hay que enfrentar gastos extras que son imposibles con estos montos.

La asignación por hijo, con la que se llena la boca el gobierno, apenas alcanza los 220 pesos o sea poco más de siete pesos por día.

¡Que nos vengan a contar a nosotros que no hay ajuste!

El próximo 24 de febrero vamos a reclamar lo elemental: no podemos ser el único sector de toda la República Argentina que no tiene una actualización de sus ingresos.

Ni paritaria ni lugar donde discutir nuestros reclamos.

No podemos esperar más por la inclusión de compañeros que están sin trabajo y carentes de todo ingreso en todo el país.

Reclamamos de las centrales obreras un pronunciamiento a favor de estos reclamos y su apoyo a nuestra lucha.

Llamamos a hacer asambleas en todas las cuadrillas y en todos los barrios para fijar los reclamos en un pliego común para el que proponemos:

Equiparación del Argentina Trabaja con el salario mínimo legal (hoy 2.300 pesos).

Condiciones de trabajo, obra social y seguro para todos los trabajadores del AT.

Pase al convenio respectivo de cada tarea realizada por los trabajadores precarizados del AT.

Ampliación del programa a todo el país e incorporación de todos los desocupados al mismo.

Ajuste por costo de la canasta alimentaria de la asignación por hijo.

El próximo 24 de febrero, desde las 10 horas, nos concentramos en el Obelisco para marchar al ministerio y permanecer allí hasta obtener una respuesta.