Concluidas las elecciones de dele­gados que determinaron una pa­liza histórica a la burocracia, se rea­brió el debate sobre la depreciación salarial. El cuerpo de delegados re­solvió realizar asambleas por sector para definir un pliego de reivindica­ciones y los pasos a seguir.

Los debates giraron en tomo a cuáles son los objetivos prioritarios. En todas las asambleas los compañe­ros definieron que debíamos recla­mar inmediatamente una recomposi­ción salarial, ya que la inflación ha devorado una parte importante de nuestro salario. Por otra parte, se planteó no abandonar el seguimien­to del expediente de insalubridad que se encuentra en la Superintendencia de Riesgos del Trabajo.

Las asambleas se hicieron en to­dos los sectores de trabajo, y los com­pañeros votaron por mayoría pedir una recomposición salarial del 50% so­bre la masa total de salarios, a repar­tirse de manera proporcional entre las categorías más bajas y altas. Esta pro­puesta será llevada a la empresa en una reunión que deberá concretara« en la última semana del mes en curso.

Si la empresa el día lunes 25 no fija la fecha de reunión con el cuerpo de delegados y trabajadores, el mis­mo día comienza el quite de colabo­ración en las cinco líneas y el premetro, y en las próximas asambleas se votará el plan de lucha.

Los reclamos de los trabajadores según el orden de importancia son la recomposición salarial del 50%; re­clamar al gobierno nacional la defi­nitiva declaración de insalubridad; pedir el 1,5$ por cada año de anti­güedad; incorporación de nuevo per­sonal; recategorización de todos los sectores; el pago de las horas noctur­nas (que la empresa dejó de abonar desde el momento en que se aplicó la jornada de 6 horas), y pago de los salarios el último día hábil del mes.

Por otra parte, para el martes está fijada una audiencia entre el Cuerpo de Delegados y el superintendente de Riesgos del Trabajo, para reclamar una inmediata resolución de insalubridad  del gobierno nacional, ya que los trabajadores entendemos que la resolución 1105 del Gobierno de la Ciudad es lo suficiente explícita como para no dilatar más esta decisión política.