Sindicales

29/8/1996|508

Arrancan la asamblea general

Luego de una autoconvocatoria, donde participaron más de doscientos compañeros de la planta, los trabajadores de Aurora Avellaneda le impusieron a la Comisión Interna el llamado a asamblea general de fábrica. Ahora, está planteada la posibilidad de salir a una lucha en serio por las quincenas atrasadas y los puestos de trabajo.


Vaciamiento


Los trabajadores de la ex-Siam acumulan nada menos que diez quincenas impagas. Semana tras semana, la dirección de la UOM y la Comisión Interna vienen dilatando cualquier acción de lucha, detrás de supuestas “soluciones inminentes” que nunca llegan.


Mientras tanto, el vaciamiento patronal alcanzaba a los compañeros de Aurora Capital, donde se centraliza el servicio de reparaciones de la empresa. Este sector, necesario para mantener a la ‘marca’ en el mercado, continuaba funcionando y cobrando sus quincenas. Ahora, la patronal dejó de pagar y los compañeros se declararon en huelga. En similar situación —inactividad y varias quincenas atrasadas— están también los compañeros de Ushuaia. La patronal se ha ‘borrado’ de toda responsabilidad en el manejo de la empresa. Las ganancias extraordinarias de los años 1991-1994 se han borrado, a su vez, de los balances. En su lugar, hay un tendal de deudas hacia un conjunto de bancos acreedores. Por su parte, Grundig de Alemania —que tiene un 10% de la empresa— aún no ha hecho uso de la ‘opción de compra’ que tiene por la totalidad de la firma. Esta opción, y la refinanciación bancaria, están condicionadas a una “severa reestructuración”, es decir, a despidos masivos.


Reacciona Avellaneda


En conocimiento de esta situación, el pasado mércoles 21, un grupo de trabajadores inició la recorrida de cada una de las secciones de la planta de Avellaneda: “No es la primera vez que impulsábamos, en las últimas semanas, una autoconvocatoria —comentaba a Prensa Obrera uno de los protagonistas del movimiento. La diferencia es que, esta vez, se prendieron los compañeros más antiguos, que antes se inclinaban a esperar una respuesta del sindicato”. Fue así que doscientos compañeros marcharon al ‘cuarto’ de la interna, a reclamar la asamblea general. La interna pidió “tiempo” para consultar al gremio. Los trabajadores dieron un plazo de dos horas. El plazo venció, sin respuestas, y la asamblea general se concretó: en su transcurso, la Comisión Interna reconoció el fracaso de todas las gestiones realizadas, sin proponer ninguna salida a la crisis planteada. En numerosas intervenciones, los compañeros reclamaron salir a luchar, y exigir a la UOM Nacional una acción unificada por todas las plantas de Aurora. La CI mocionó entonces una nueva asamblea para el lunes 26, con la presencia de la directiva seccional de la UOM (Belén).


Expropiación de Aurora


En las últimas semanas, todos los anuncios de la burocracia sindical respecto de “soluciones” o “salidas” al conflicto se han referido exclusivamente al pago de las quincenas atrasadas. En cambio, no se dice una palabra respecto de la continuidad de la planta, o la preservación de los puestos de trabajo. Un directivo de la UOM llegó a afirmar, inclusive, que el pago que tomaría a su cargo el Estado era “algo así como un premio o resarcimiento, ya que la empresa está quebrada”. En nombre del “pago de las quincenas”, pretenderán mandar a los compañeros a sus casas, para facilitar la reestructuración antiobrera que quieren la Grundig y los bancos.


Durante mucho tiempo, Belén se la pasó diciendo que los responsables de esa crisis no eran los patrones, sino esta “política económica antinacional”. Ahora que la patronal ‘desapareció’, no quiere salir a la calle por Aurora ya que, según dice la CI, “no sería momento para tirarnos al gobieno en contra”. Entonces, para pagar los platos rotos, sólo quedarían los obreros. Pero con la asamblea general del miércoles pasado, los trabajadores han comenzado a rebelarse contra esta política de derrota: que la crisis de Aurora la paguen sus responsables, es decir, la patronal y ‘su’ Estado. Por el pago de todas las quincenas atrasadas, por la estatización de Aurora bajo control obrero, garantizando la totalidad de los puestos de trabajo. Por un plan de lucha común de todas las plantas del grupo, con ocupación activa de las plantas, asambleas diarias y movilizaciones.