Sindicales

5/3/2020

Asamblea autoconvocada enfrenta el vaciamiento del Hospital Evita de Lanús

El testimonio de los trabajadores muestra un hospital en estado calamitoso.

Con la participación de unos 100 trabajadores de la salud se realizó una nueva asamblea en el Hospital Evita, ubicado en el distrito de Lanús, convocada por los trabajadores del hospital de los diferentes sectores. Se trata de la cuarta asamblea realizada, que puso nuevamente de manifiesto el estado deplorable del nosocomio, uno de los más importantes de la zona sur del conurbano bonaerense. 


El relato que hicieron los trabajadores fue impresionante, detallando largamente las condiciones dificultosas en las que atienden: con falta de insumos elementales, como alcohol y jeringas; con residuos biológicos en los pasillos durante días; zonas que se inundan y otras con goteras (uno de los quirófanos se inundó hace unas semanas y nunca fue reparado). También se denunció que el laboratorio no tiene instalación de gas natural hace seis años y viene funcionando con garrafas; la ausencia de diferentes drogas y suministros; y la imposibilidad de realizar ligadura de trompas, uno de los principales métodos anticonceptivos. Todos estos datos solo arrojan una ínfima parte del estado de derrumbe del Hospital. Seis ascensores tienen peligro de electrificación y hace un tiempo un paciente se cayó por uno de ellos. Por otra parte, la seguridad del hospital también fue un tema de denuncia: los trabajadores recordaron el caso de violación que sufrió una menor al interior del mismo.




En las prioridades de los pagadores de la deuda no está la salud pública


El reclamo de los trabajadores fue claro y dirigido a la dirección del hospital -asumida hace cuatro días- y al Ministerio de Salud bonaerense. La denuncia del estado del “Evita” toma fuerza desde hace un mes cuando comenzaron las asambleas, pero a nadie se le escapa que esta situación es el resultado de años de abandono y ajuste presupuestario, que se profundizó con la gestión de María Eugenia Vidal pero que viene de la gobernación de Daniel Scioli. 


El Ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, asumido en diciembre, trascendió en los medios por su reciente pronunciamiento en favor de despenalizar el cannabis, y visitó hace unas semanas el hospital de Berazategui y el de Ezeiza debido al coronavirus; sin embargo no tuvo tiempo de visitar, o pronunciarse, por el estado calamitoso y los reclamos masivos del Hospital Evita de Lanús. 


Tampoco el intendente Néstor Grindetti hizo referencia alguna sobre este problema que afecta a miles de familias trabajadoras del distrito que asisten al hospital. 


Es evidente que para el gobierno provincial la salud pública no está en la agenda de prioridades, sino que todo gira en torno al pago de la deuda externa. 



Para “que no muera el Hospital”, saquemos el reclamo a la calle


Los sindicatos que actúan en el hospital no estuvieron presentes en la asamblea, justificándose, según señaló un trabajador, en que se trataba de una asamblea autoconvocada. Sin embargo, la asamblea era abierta a los trabajadores de la salud y a la comunidad local, como así lo establecía la propia convocatoria. No hubo presencia de las direcciones de Cicop, ATE, UPCN, pero sin embargo, una trabajadora en nombre de Cicop propuso enviar una carta con los reclamos a la Defensoría del Pueblo, y no al Ministerio de Salud, principal responsable del estado del Evita. Finalmente, los voceros de Cicop accedieron en llevar la carta también a la dirección del hospital. Sin embargo, en la asamblea prevaleció el reclamo de trasladar la denuncia y los reclamos al ministerio bonaerense, contra la voluntad de los sindicatos. 


Tampoco era la voluntad de los sindicatos realizar la asamblea en la puerta del hospital, intentando restringir el conflicto en el Aula Magna, entre 4 paredes. 


Al finalizar la asamblea, la dirección del hospital accedió a recibir a los trabajadores autoconvocados, para tomar los reclamos, que, dicho sea de paso, conocen a la perfección, ya que esta dirección está integrada por un miembro de los sindicatos.


En momentos que se discute la paritaria de los trabajadores de la salud, el reclamo del Evita, y de todos los hospitales, tiene que ser parte de la negociación. Se vuelve necesario que al menos dos representantes electos de la asamblea autoconvocada del Hospital Evita deban ser incorporados a la mesa de negociación paritaria con el gobierno provincial. La salud pública se defiende con salarios que equiparen la canasta familiar, con el fin de la precarización de los residentes y con el mejoramiento de las condiciones de trabajo y edilicias. 


Los resultados de la reunión con la dirección deben ser puestos a conocimiento de la asamblea y de los trabajadores, para que se pueda deliberar y resolver las medidas a tomar hasta obtener la satisfacción de todos los reclamos. Saquemos esta lucha a la calle, convocando a todo el pueblo lanusense, y de la zona sur, para defender el Hospital Evita y la salud pública.