Sindicales

22/4/2015|1360

Asamblea de ATE La Plata: el autobombo sobre la realidad


La asamblea anual de afiliados contó con más de 400 asistentes, la memoria y balance de la conducción tuvo por eje, como todos los años, en los “grandes logros” del sindicato, además de los proyectos legislativos de uno de los candidatos de la UP de Víctor De Gennaro.


El autobombo de la Verde Anusate, de la que estamos acostumbrados todos los delegados de la capital provincial, esta vez colocó la hipótesis de estar viviendo en la provincia de Scioli, bajo una panacea de conquistas obreras, fuera del ajuste, las paritarias a la baja, la precarización laboral y la pérdida de cien miles puestos de trabajo. La exageración positiva del discurso del secretario general del gremio, Oscar de Isassi, fue de tal magnitud, que las escasas intervenciones del sector Azul (kirchnerista) de su raquítica delegación, terminó por coincidir con el informe político central del oficialismo de ATE.


Los planteos de la izquierda, Tribuna Estatal


La oposición política a la burocracia fue claramente la izquierda, quienes rechazamos la memoria y balance, llamamos a la concreción efectiva del rechazo a las paritarias firmadas por UPCN y la FEGEPBA, y presentamos junto a la Víctor Choque, Patria Grande, la Juventud Guevarista y la Brecha una lista de congresales votada en distintas juntas internas. Como todos los años, reclamamos la democratización del gremio habilitando la representación de las minorías en su congreso y en todos los órganos de dirección de ATE. Una vez más, y a pesar de la intervención de Tribuna Estatal donde llamamos se acate la ley de Asociaciones sindicales que incluye en su artículo 8 la representación de las minorías, la conducción hizo oídos sordos, colocándose a la derecha de esta ley que regimenta y encorseta la organización de los trabajadores.


La asamblea se abrió con el pedido de expulsión, por parte de Tribuna Estatal, del señor Julio Ortellado, ex conducción de ATE y CTA, por estar acusado de violencia y abuso sexual contra una compañera afiliada. Desde la conducción verde, se mocionó sólo el repudio a esta persona, y no su expulsión, por “poner en peligro que desde el Ministerio de Trabajo se impugne la asamblea”. De esta manera, la Verde se amparó en la ley, cosa que no hizo a la hora de aplicar la democracia sindical. Llamó poderosamente la atención la adaptación política en este punto, tanto de la Azul-K como la del PTS. Estos últimos plantearon que no apoyaban la expulsión del violador, porque ello sentaría un precedente negativo para el activismo, pues la burocracia podría utilizarlo contra la oposición de izquierda en el futuro. Se trata de la defensa de la mujer trabajadora contra la opresión a la que es sometida por el estado, el régimen en su conjunto, y en estos casos en particular, bajo el amparo judicial del que goza el abusador. No pedimos la expulsión de un afilado por su “ideología”, sino por su terrible violencia ejercida contra una mujer. Los revolucionarios expulsamos a estos elementos incluso sin son parte de nuestra clase.


Desde Tribuna Estatal también se mocionó el pronunciamiento por la destitución de César Milani al mando del ejército argentino, “Como hijo de desaparecidos y afiliado de ATE” Manuel Herrera (PO) denunció al genocida, conquistando la ovación completa de todo el recinto. Salvo por una sola abstención “azul”, esta votación consiguió el apoyo de todos, incluidos los kirchneristas presentes.


La recuperación de ATE a la orden del día


La profundización de la burocratización de la conducción del gremio está llevando a ATE al impasse, y a la ruptura de cara a las próximas elecciones de septiembre. La oposición de izquierda, clasista y combativa tiene una enorme tarea por delante, llevar un programa en defensa del salario, el fin de la precarización, con los métodos de lucha, la asamblea y la huelga hasta ganar. Es necesaria una nueva conducción en ATE.