Sindicales
17/10/1996|515
Asamblea de Luz y Fuerza rechaza privatizaciones
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Una asamblea masiva de trabajadores de Luz y Fuerza de Córdoba rechazó la división de EPEC (empresa de energía eléctrica), destituyó a uno de los burócratas más comprometidos con la privatización de la empresa y nombró una comisión de control (de ‘apoyo’) de la directiva del gremio.
En la movilización tuvo un peso dominante la amenaza a la destrucción del convenio colectivo.
El proyecto de ley del gobierno suspende precisamente el convenio colectivo (“el estado provincial está atado de pies y manos a un conjunto de normas… incluso en lo que hace al convenio colectivo de trabajo”, es la síntesis del interventor de EPEC —(La Voz. del Interior, 2/10).
Siguiendo una instrucción del Banco Mundial, el gobierno se propone ‘partir’ a la empresa provincial en dos, una dedicada a la generación y otra a la distribución (le energía, paso previo a la concesión a las privadas de las centrales térmicas que aún están en manos de EPEC y a la privatización del servicio al consumidor.
El 2 de octubre, cuando se conoció el proyecto, los trabajadores ocuparon el establecimiento de Villa Revol y la central térmica Deán Funes y obligaron a la directiva a convocar a asamblea general para el día siguiente. Hasta ese momento la burocracia había sido parte del proyecto del gobierno: “la conducción del sindicato está de acuerdo con la división de EPEC como forma de evitar la privatización… (Incluso) la adecuación del convenio colectivo es necesaria, en virtud de que la convención colectiva fue firmada en el año 75 y desde entonces ha habido muchos cambios…”, declaró el secretario gremial de Luz y Fuerza, destituido horas después por la asamblea (La Voz del Interior, 3/10).
Los negocios
Un factor en la crisis ha sido el enfrentamiento por los negocios de la privatización entre las burocracias de Córdoba y Villa María. Basilio Serrano (Villa María) rechazó la división de EPEC y la “privatización”, pero su sindicato “curiosamente participa como socio de la concesionaria que tiene u su cargo las (3) usinas privatiza- das (ya) por EPEC”. Estas concesiones obligaron a la empresa estatal a pagar al consorcio integrado por Luz y Fuerza Villa María un precio que superaba ampliamente el vigente en ese momento en el Mercado Eléctrico Mayorista y motivaron una acción penal (La Voz del Interior, 27/2).
Uno de los nudos del negocio capitalista y de la ‘caja chica’ del gobierno provincial es la distribución de energía porque “EPEC compra el megavatio a un precio que oscila entre los 37 y 40 pesos y lo vende al consumidor final a 107” (La Voz del Interior, 1/3).
Programa
Aunque los trabajadores, en asamblea, plantearon “una empresa estatal e integrada”, esto deja abierto el camino de las privatizaciones, porque autoriza las concesiones y la ‘privatización periférica’.
Debemos exigir el retiro del proyecto Mestre y la apertura de las cuentas de EPEC a un tribunal obrero que saque a luz los chanchullos que involucran al gobierno, los privatizadores y la burocracia (y que involucran el asesinato no esclarecido de Regino Maders, acribillado cuando se disponía e denunciar los negociados oficiales en EPEC).
Un punto fundamental es el convenio colectivo, o sea paritarias libres, con delegados electos en asamblea, para reclamar un básico que cubra las necesidades de la canasta familiar y todas las reivindicaciones pendientes.