Sindicales

18/4/2019

Asamblea ordinaria de ATE Ensenada: un bochorno contra la democracia sindical

La asamblea ordinaria de ATE Ensenada realizada el 16 de abril en el Camping del gremio, ubicado en Punta Lara, fue un verdadero bochorno de principio a fin. En un clima tenso se dió inicio a la Asamblea con muchos afiliados aún sin acreditarse y se procedió a votar rápidamente la Memoria y Balance, de la cual se desconocía su contenido, sin debate ni lista de oradores ni nada que se parezca a una verdadera asamblea gremial. Se votaron también así la lista de congresales y la junta electoral para las elecciones de ATE que se realizarán en agosto. Todas votaciones realizadas en un marco confuso, con el mecanismo de mano alzada y sin que existiese un conteo real de los votos. De tal manera, la oficialista Lista Blanca –actual conducción de ATE Ensenada–declaró ganadoras sus propuesta por "mayoría" sin que existiera fiscalización alguna en medio de un escándalo.


Se dio así un paso más en la orientación de la Lista Blanca de Pancho Banegas y la Celeste de la CCC de sostener la tregua con el gobierno de Vidal mediante la ´mesa de concertación´ con la Pastoral Social.


Desde Tribuna Estatal del ARS anticipamos que la asamblea se iba a realizar en un marco de crisis y con la posibilidad de que el oficialismo no lograra aprobar sus propuestas (hecho real si se hubiera realizado un conteo de los votos). Este pronóstico se realizó en virtud del profundo descontento reinante en la fábrica a partir de la tregua de la conducción gremial. Todo este clima previo no hizo más que abonar y profundizar las divisiones entre los diversos sectores de la burocracia –a saber: la Verde y Blanca referenciada en Catalano y en “Pachuli” Ignomiriello (ex secretario general de ATE Ensenada, echado en una asamblea y responsable de despedir compañerxs); la Blanca-Dorada, ruptura del oficialismo junto a sectores kirchneristas; y ADN Astillero, de raigambre K también. Todas ellas variantes burocráticas del amplio espectro de la interna del PJ.


En este cuadro, consideramos importante plantear la intervención en común de las corrientes y activistas independientes y del clasismo con un documento unificado que se delimitara de todas las variantes pejotistas. Así fue que arribamos a una conclusión y postura en común plasmada en un volante (repartido en fábrica) firmado por Tribuna Estatal (PO), Lista Marrón (PTS) y ANCLA (MST). Este reagrupamiento del activismo y la izquierda en la previa de una asamblea de ATE es un hecho inédito y es un buen antecedente para la conformación de una lista clasista en las elecciones de Agosto.


En dicho volante se denuncia claramente la tregua de todas las variantes de la burocracia con el gobierno y se reclama el urgente paro activo de 36 horas con movilización a Plaza de Mayo; la convocatoria también de un paro con movilización a la Casa de Gobierno de la provincia por la reapertura de la paritaria del ARS –tema muy importante, ya que la conducción firmó una paritaria a la baja del 20 % en cuotas por todo el 2019, exactamente lo mismo que firmó UPCN para el resto de los estatales–; la devolución de sumas adeudadas y adicionales descontados, como también todos los insumos necesarios para la reactivación del astillero. La declaración denuncia la tregua con Vidal a través de la concertación junto a la Pastoral Social y reclama además la representación de las minorías en todas las instancias electivas del gremio, sean a través de asambleas o elecciones de cualquier tipo.


A diferencia del resto de las listas y corrientes burocráticas, de las cuales no se conoció ninguna manifestación previa contra el documento de la conducción de ATE, este pronunciamiento unificado de la izquierda fue el único difundido públicamente que llamaba a votar en contra de la Memoria y Balance, unido al planteo de retomar la lucha con la unidad de los trabajadores para derrotar el ajuste de Macri y de Vidal.