Sindicales

13/11/2003|825

Asambleas en AGR-Clarín

Contra la flexibilidad laboral y por aumento salarial

Gráfico

Los obreros de Artes Gráficas Rioplatense (AGR), empresa del monopolio Clarín, han realizado recientemente una serie de asambleas de una hora por turno, debido al profundo malestar que causa la negativa de la patronal (en el marco de una fuerte reactivación) a otorgar una recomposición salarial (hasta ahora “el Grupo” otorgó un aumento de tan sólo el 7%) y a respetar las condiciones de trabajo que establece el convenio, eliminando de una vez por todas el ilegal y negrero régimen de “semana desplazada”: hay 120 compañeros que trabajan el fin de semana como horas simples (lo cual fue instalado hace ocho años sin que el sindicato moviera un dedo).

 

La gota que rebalsó el vaso es la inmensa cantidad de personal eventual (de agencia) que ha contratado la empresa y su instalación en puestos fijos de máquina, lo cual implica una amenaza y una presión constante sobre los efectivos.

 

En las asambleas se fijó un programa de tres puntos centrales por los cuales dar pelea:

 

• Eliminación del régimen de “semana desplazada” o de “turno diferido” y pase de todos los compañeros a la jornada que nos corresponde por convenio de lunes a viernes.

 

• Ningún eventual en puestos fijos, por la contratación directa de los compañeros con igual remuneración.

 

• Recomposición salarial para recuperar el poder adquisitivo.

 

De este modo, los gráficos de AGR hacen punta en la lucha por la recuperación de las conquistas arrasadas, oponiéndose por el vértice a las paritarias truchas realizadas a espaldas de las bases que vienen firmando las burocracias sindicales.

 

“Terrorismo” patronal

 

La patronal ha retrucado agudizando aún más la política represiva. Incrementó en forma notable el personal de seguridad que hace “rondas” por la planta durante toda la jornada; también obliga a los trabajadores, antes de ingresar a la fábrica, a pasar por varios puestos de vigilancia, para evitar que ingresen delegados fuera de su turno.

 

La patronal ha salido a atacar el derecho de la clase obrera a realizar asambleas en los lugares de trabajo. Conquista que junto con la de la huelga, no pudo ser arrebatada ni siquiera por las dictaduras militares.

 

Lo más grave son las agresiones físicas que han recibido dos delegados, una de parte de un carnero y otra de parte del jefe de la seguridad. Clarín pretende montar una pequeña dictadura de la puerta de la fábrica hacia dentro.

 

La experiencia obrera

 

Las amenazas y provocaciones tienen un límite; a princ ipios de año se puso freno a los abusos patronales, al obligar, con un paro (el primero en 25 años de taller), a que se reincorpore a tres compañeros injustamente despedidos.

 

Aquella experiencia demostró que la impunidad del monopolio Clarín termina con la unidad y la organización de sus trabajadores.