“Ante la grave crisis económica que atraviesa esta empresa, la que en el transcurso de este breve lapso en que asumió la nueva gestión se halla frente a una inestabilidad que, en forma inevitable, obliga a reestructurar la misma, debido al fuerte impacto de los elevados costos de insumos, medicamentos, corte de la cadena de pagos, rescisiones de contratos de Obras Sociales, todo lo cual hace irresistible la situación…”. Así empiezan los largos telegramas que la patronal del Sanatorio Mitre, adquirido por el grupo SPM, envió justificando el despido de un conjunto de trabajadores y el avasallamiento de conquistas.

Primero fue el ticket canasta reducido a la mitad. Después, el despido de 16 médicos, seguido por la presión para aplicar la “jubilación anticipada” a otros. Luego la rescisión de contratos con las “tercerizadas” que se hacían cargo de algunos servicios (diálisis, etc.), lo que dejó en la calle a otros 15 trabajadores contratados. A esto se le suman “traslados” a otras empresas del grupo (Trinidad, Dupuytrén) modificando condiciones de trabajo.

Frente a estos ataques, el sindicato de la Sanidad no ha hecho nada, sospechándose de su complicidad (¿asociación?) con la patronal.

Un sector antiburocrático de la Comisión Interna y el cuerpo de delegados viene realizando asambleas de sección para denunciar estos ataques patronales. En una entrevista realizada la semana pasada la patronal se comprometió a “no despedir personal del convenio” y a estudiar la “posibilidad de reincorporación de los despedidos”.

Los trabajadores quieren respuesta y ¡ya!

Hay que preparar la Asamblea General: rechazamos que la crisis y las maniobras patronales se descarguen sobre los trabajadores (convencionados o no). Que se abran los libros, control de los trabajadores, para denunciar las maniobras que realiza el monopolio contra los pacientes-usuarios y trabajadores. Ningún despido, ni suspensión. Pleno funcionamiento del Mitre, hoy drásticamente reducido en su servicios. ¡Hay 18 millones de argentinos sin atención de salud!