Sindicales

26/5/2016|1412

ATE: crónica de otro paro aislado

Mientras el colosal ajuste que sufrimos los estatales, con despidos y paritarias a la baja, exige un plan de lucha en serio, la burocracia dosifica los paros en forma inconexa, a razón de uno por mes


Los paros aislados de ATE se asemejan a las “latas” con series viejas que repiten ciertos canales televisivos; ya se conocen los gags y todo el guión.


 


Respecto del accionar de la burocracia, el del 24 de mayo no fue la excepción. Mientras el colosal ajuste que sufrimos los estatales, con despidos y paritarias a la baja, exige un plan de lucha en serio, la burocracia dosifica los paros en forma inconexa, a razón de uno por mes. El argumento de que “la gente no da” queda desmentido por las enormes gestas que protagonizan los estatales fueguinos, santacruceños o de la Provincia de Buenos Aires, muchas veces gracias a su dirección (como Mendoza) y en otras, a pesar de los límites que esta impone. La confluencia en Plaza de Mayo con las seccionales combativas de Suteba, que se movilizaron por sus reivindicaciones y en apoyo a las de los estatales, ilustró un rumbo alternativo de unidad


y lucha posible y necesaria.


 


Los oradores del acto central pusieron en evidencia el callejón sin salida al que nos conduce la burocracia. Godoy retomó la cantinela típica de la CTA sobre la “construcción de un paro” para un futuro indeterminado, omitiendo que atravesamos un proceso de meses con despidos en Nación y provincias sin plan ni apoyo real del sindicato a la vanguardia de esas luchas -como Economía, Trabajo o Agricultura Familiar-. Su ladero Isasi llamó a “abrir de inmediato las paritarias sectoriales”, lo cual significa aceptar el acuerdo ruinoso de UPCN sin pena ni gloria para el conjunto de los Nacionales. Esta pasividad se intentará disimular, según dicen, con un “referendo masivo” para aprobar o rechazar “la tercera reforma del Estado que pergeñan Macri y Andrés Rodríguez”. El llamado a defender un “modelo inclusivo” es una tragedia para los trabajadores, porque el Estado resulta ser un instrumento de la clase dominante -debemos defender nuestros derechos contra el organismo por excelencia de su negación-.


 


Daniel Catalano, Secretario General de ATE Capital e integrante de la fracción K (Verde y Blanca), pronunció un discurso plagado de hipocresía.


 


Vociferó una resistencia épica al “neoliberalismo”, pero ocultó que su socio de ATE Neuquén, por caso, carnereó la huelga en forma abierta, llamando a no parar. Insistió en la “unidad del movimiento obrero” un eufemismo que solo refiere a la comunión de la burocracia por arriba -por eso saludó a “Yasky y Micheli, que trabajan para reunir a la CTA”-. Se denunció, correctamente, la represión en Mendoza, pero hubo silencio olímpico sobre las que están aplicando gobiernos K en la Patagonia o Santiago del Estero.


 


¿Hay que desmoralizarse, entonces? Este panorama es desolador, pero en lo que respecta a una burocracia impotente y desorganizadora, no así a los trabajadores. En Tierra del Fuego, la lucha ha tomado nuevo impulso; en Santa Cruz, crece el acampe contra la propuesta de hambre de K y Macri; en


Buenos Aires, hay fuerzas para enfrentar la reforma antiobrera de Vidal; en Mendoza, al compás de su combativa ATE, se desarrolla una unidad del movimiento obrero real (frente a la cual el gobierno recurrió a una feroz represión). A la vez, los trabajadores de Economía y Trabajo no se rinden, y siguen la pelea. El planteo de Tribuna Estatal es desarrollar y difundir estas luchas, y organizarnos en forma independiente por una nueva dirección.