Sindicales

2/3/2018

ATE: ¡Hagamos activo el paro del 5 y 6!

Impulsemos asambleas en cada lugar de trabajo.

Delegado paritario por la Junta Interna de ATE del Hospital Garrahan

El 27 de febrero se reunió el Consejo Directivo de ATE Nacional. Las resoluciones, en vez de constituir un impulso a la lucha de los estatales contra ataques sin precedentes, insisten en una vía que, como se ha demostrado, sólo conduce al fracaso. 



La dirección del sindicato debería haber debatido cómo utilizar los recursos del gremio para llevar al triunfo a las principales luchas actuales; sin embargo, resolvió que "cada conflicto por despidos, por paritarias, o por pase a planta permanente en cada uno de los organismos y sectores, será encarado de forma regional". Esta descoordinación deliberada de los conflictos juega en contra de su progreso. 



Su política en el INTI –una de las principales luchas, si no la principal, del momento– es ilustrativa: los compañeros y compañeras llevan más de un mes de permanencia, asambleas masivas y paro total. El sindicato debería poner todo para que triunfe, si es cierto aquello de que "si gana el INTI, ganamos todos”. Sin embargo, dejó la medida central de la semana –la caravana del viernes– confinada; habría correspondido llamar a un paro general y una medida nacional, para que todos los conflictos en curso se concentren en una lucha única –Río Turbio, Fanazul, Hospital Posadas. En cambio, declaró un apoyo testimonial, y proclamó jornadas de paro el 5 y 6, desconectadas del proceso real que atraviesan los estatales que están luchando. ATE no tiene siquiera un afiche por la victoria del INTI. Tampoco emitió resolución sobre el fondo de lucha, que debería impulsar como una campaña pública nacional. 



La dirección de ATE plantea una correcta confluencia con la docencia, pero en términos de las maniobras burocráticas de UTE y CTERA, y no de un plan de lucha consecuente, como sólo puede salir de las seccionales combativas. El congreso de bases es una necesidad en los sindicatos, y ATE no es la excepción. Las medidas aisladas y resueltas entre cuatro paredes desmoralizan y desorganizan a los activistas, que se ven en enormes dificultades para impulsarlas realmente en sus lugares de trabajo. La inminencia de nuevos despidos en otras dependencias no puede enfrentarse con esta política. Muy distinto sería si se involucrara a la masa de afiliados y activistas que ATE tiene en la deliberación y preparación de la lucha; para eso es necesario una asamblea general, preparada con mandatos de los lugares de trabajo. 



Aprovechemos los paros de la próxima semana para hacerlos verdaderamente activos, con asambleas, recorridas por el fondo de lucha del INTI y movilizaciones junto a la docencia combativa, para pelear por un verdadero plan de lucha de todos los trabajadores y trabajadoras del Estado.