Sindicales

7/11/2016

ATE Mendoza: derrota de una maniobra burocrática

Estatales del Partido Obrero


El sector de la directiva de ATE Mendoza volcado hacia la burocracia sindical, aliado a la burocracia de la lista Verde nacional de "Cachorro" Godoy, sufrió hoy un duro revés en su intento de reemplazar la democracia interna del sindicato por un régimen de camarilla armado en torno a la figura del secretario general.  A tal extremo llegó la derrota de este sector que el propio secretario general Roberto Macho decidió retirarse intempestivamente de la asamblea convocada ilegalmente por su grupo, luego de constatar que estaban en franca minoría. Sin la presencia del secretario general, la asamblea siguió deliberando con la mayoría de los presentes, que decidieron permanecer en la misma como forma de repudio a la actitud de Macho.


 


La maniobra de Macho y su camarilla fue enfrentada de entrada por la agrupación Naranja, que ganó las elecciones provinciales por amplio margen. Inicialmente convocada como asamblea “de afiliados”, fue impugnada ante el Ministerio de Trabajo por Jorge Chávez, secretario adjunto y por Raquel Blas, referente destacada de ATE Mendoza y miembro de su Comisión Directiva. La impugnación demostró que la convocatoria era totalmente fraudulenta al no reunir los requisitos de tiempos, publicación y temario, y más importante aún, porque la convocatoria fue realizada en términos personales sin pasar por la Comisión Directiva. Ante esto, Macho y su camarilla modificaron la convocatoria, reduciéndola a una “asamblea de delegados y congresales” en la sede gremial, para terminar publicando en la pagina Web del sindicato que sería en un salón privado, donde finalmente se realizó.


 


El mamarracho de las tres convocatorias diferentes muestra que Macho y su grupo no tienen condiciones para poder controlar burocráticamente el sindicato e imponer, con el aparato, resoluciones que refuercen su manejo personal del gremio. 


 


Esto se probó en la propia asamblea, que quiso controlar estableciendo una acreditación irregular (constatada por escribano público), pretendiendo incluso impedir el ingreso de los afiliados. Como esto fracasó, luego de un extenso discurso donde no ahorró calumnias y falacias contra una parte mayoritaria de la directiva, se retiró solo seguido por algunas decenas de personas.


 


Ante esta deserción la mayoría siguió sesionando. Las intervenciones de los presentes desarrollaron denuncias sobre el manejo personal de las licencias y permisos gremiales y sobre los rechazos a convocar a elecciones de delegados de compañeros que tienen sus mandatos vencidos. También fue unánime la denuncia de desmovilización y debilitamiento de la organización gremial para enfrentar la política de ajuste y techos salariales que pretende imponer nuevamente Cornejo.


 


La asamblea deliberó sobre la necesidad de recomponer la democracia interna del gremio y el respeto a las discusiones, cosa que Macho intentó cercenar con su retirada.


 


Sin lugar a dudas fue una derrota de una orientación que pretende cristalizarse como una nueva burocracia. Se impone la convocatoria a reunión de la Comisión Directiva para terminar con los manejos personales y una asamblea general de afiliados para recuperar la gran tradición de ATE Mendoza: la deliberación y acción de los trabajadores.


 


 


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