Sindicales

10/2/2017

ATE: un paro a fin de mes y en cuotas, como la paritaria de Vidal

delegada de ATE (Junta Interna ATE Economía)


El aumento para los estatales bonaerenses del 18% en cuatro cuotas pactado por UPCN y FEGEPBA con el gobierno de María Eugenia Vidal, como ya lo denunciáramos, intenta ser el techo de todos los trabajadores provinciales. Gracias a la burocracia sciolista de Carlos Quintana (UPCN), Vidal arremete contra municipales y docentes, pretendiendo generalizarlo también a todo el sector privado.


 


El salario promedio de un estatal con este aumento llega a los once mil pesos y, según el INDEC, para no ser indigente, en el mes de octubre pasado, una familia necesitaba de $13 mil. Pero esto solo considerando la canasta básica, es decir los elementos básicos para no morir de inanición, mientras que los costos de la canasta completa duplican ese monto. Así, el salario estatal alcanza a menos de la mitad de lo necesario para el sostén de una familia.


 


El descontento se hará sentir a pesar del encorsetamiento de los principales gremios de la provincia. El rechazo de los docentes en su paritaria, junto a las medidas de fuerza que vienen llevando adelante los profesionales de la salud del CICOP, abre una hendija de lucha para los estatales provinciales. 


La conducción Verde de ATE, luego de largos meses de impasse, largó un paro para fines de febrero a nivel provincial, y uno nacional para marzo. Así las cosas, no solo es “insuficiente” el aumento de Vidal, sino que también son insuficientes las medidas del gremio que ostenta ser el más grande entre los estatales.


 


Desde la ruptura nacional de la conducción de ATE y la integración de Pablo Michelli a la CTA yaskysta, la Verde del actual titular del gremio, Hugo “Cachorro” Godoy, ha colocado casi todas sus energías en esa lucha intestina, muy lejos de la pelea por el salario y todas las demandas estatales. Hay que superar a esta conducción atrapada en la defensa de sus propias cajas.


Además, cuando se trata de fortalecer la unidad de acción, el frente único que sume todos los reclamos contra el ajuste de Vidal, tanto desde la conducción Celeste de Suteba, como la del centro-izquierda Verde de ATE, evitan la confluencia de docentes y estatales. 


 


Este escenario plantea la necesidad de ir por la construcción de un frente único de lucha. Los estatales tenemos la oportunidad de dar batalla contra la entrega de nuestros salarios peleando por la reapertura de la paritaria. En el acuerdo hay una cláusula que lo establece, en caso de suba inflacionaria.


 


Pero el aumento acordado no solo no cubre la inflación que se viene en el 2017 sino que tampoco permite recuperar lo perdido. Hay que reabrirla ya. 


 


Las juntas internas combativas, junto a ATE Sur, tendrán que ponerse a la cabeza de la lucha para superar la política de la conducción del gremio, abrir un proceso de asambleas, y plenarios que le dé un canal al reclamo. Un plenario general de delegados con mandato de asambleas convocados desde los sectores clasistas de ATE, podrán darle esta salida.


 


A la par del salario hay un reclamo sustancial pendiente, el pase a planta de más de 15 mil trabajadores con contratos precarios o en plantas transitorias, cuya continuidad laboral ha sido utilizada como prenda de cambio de este miserable acuerdo. Las burocracias sindicales, adaptadas al ajuste de Vidal, dejaron pasar la ley de emergencia administrativa que congela las vacantes, pero mantiene los puestos de trabajo de manera precaria (ahorrándose, claro, millones de pesos en salario y aportes patronales).