La flamante dirección del FUS (Frente de Unidad Sindical, Azul y Blanca-Celeste-Amaranto-Azul Gris) se juega a imponer de lleno en Aten la política de la dirección de Ctera.

Cerró en 2010, a las corridas, un acta por el 22% de aumento en cuotas (marzo y junio) con sumas fijas y la promesa de una mesa de negociación para “evaluar” el adelantamiento de la segunda cuota.

Varias asambleas de las seccionales más numerosas en afiliados dirigidas por la oposición, rechazaron la “oferta” de Sapag o reclamaron el cobro sin cuotas, pero en el plenario de secretarios generales las anularon con el artilugio formal del voto indirecto (una seccional, un voto), contra la votación directa (por cantidad de afiliados) y falsificaron el mandato de la seccional Aluminé a favor de la aceptación.

Semejante maniobra tiene poco vuelo y será con el cobro del 4 de marzo, cuando se potencie la bronca masticada en diciembre. La inflación volatilizó el mísero aumento antes de que llegue a los bolsillos y se los comió el impuesto al salario, en el caso de los directores. La conclusión de que estamos frente a una nueva rebaja salarial para este año, será no sólo inevitable sino explosiva.

El yaskismo le teme a las asambleas

Las elecciones de Aten expresaron un crecimiento del voto antiburocrático, madurado al calor de las grandes huelgas en los últimos años.

El aterrizaje forzoso, el triunfo ajustado de la directiva provincial con el 22% de los votos, se puso de manifiesto en las asambleas. La Celeste-FUS dirige 11 de las 21 seccionales, lo que formalmente les garantiza la mayoría en el plenario con el voto indirecto, pero las diez seccionales opositoras representan el 78% de los afiliados (indiscutida mayoría con el voto directo). Esta condición abrió un debate respecto del método de resolución en el plenario de secretarios generales, lo que en realidad expresa, por donde se lo mire, un problema político de la Celeste-FUS a la hora de imponer la paz social acordada con el gobierno de Cristina y Sapag.

La iniciativa de las seccionales opositoras

Las diez seccionales opositoras propusimos la convocatoria a las asambleas y a un encuentro de trabajadores de Aten para definir un plan de lucha y pliego de reclamos. Defendimos el derecho de los trabajadores de la educación a decidir. Sin embargo, esta vez los levantamanos de la Celeste-FUS ¡se negaron a ponerlo a votación! Teniendo la mayoría formal, evitaron dejar las huellas dactilares contra las asambleas.

Ante la negativa de la dirección provincial, marchamos a convocar asambleas el 24 de febrero y a un encuentro de trabajadores de la educación en capital el 26 de febrero.

En este proceso, Tribuna Docente en la minoría de la seccional Capital y Plottier, interviene activamente por esta perspectiva.Tenemos el desafío de abrir un proceso de asambleas que fijen un mandato democrático y un plan de lucha que rompa el corralito salarial de diciembre y la “paz social” que reclaman el gobierno nacional y provincial.