La ‘directiva’ del sindicato docente de la ciudad de Neuquén (Aten Capital) ha convocado a la “formación de un frente único nacional de lucha contra las reformas educativas y la flexibilización laboral”.

Se trata de una desvergonzada impostura proviniendo de Liliana Creado y Susana de Luca. Estas dos ‘dirigentes’ que han quedado al frente de la directiva (una parte de la misma renunció por su carácter abiertamente antiobrero y antidemocrático) son las responsables de la traición a la gran lucha de los docentes y del pueblo neuquinos.

Estas señoras se apresuraron a firmar el acta que entregó la huelga de 37 días de los docentes, en momentos en que la gendarmería acababa de asesinar a Teresa Rodríguez en la lucha callejera contra el pueblo de Cutral Co. En aras de la ‘gobernabilidad’ entregaron reivindicaciones docentes y dividieron la lucha del pueblo neuquino. “Qué vergüenza, vendieron la sangre de Teresa”, coreaba la concentración realizada esa noche frente a la Casa de Gobierno de Neuquén.

En mitad de la represión de los gendarmes, las ‘dirigentes’ de Aten declararon que la movilización popular de Cutral Co era una acción de grupos‘marginales’ y de ‘lúmpenes’.

También en octubre de 1995, cuando el gobierno de Sobisch reprimió una manifestación de desocupados, encarcelando a dirigentes de la Coordinadora de Desocupados (Panario), estos mismos elementos sacaron solicitadas acusando a los desocupados de ‘lúmpenes’ y haciendo causa común con los represores. Ya en aquella oportunidad, los compañeros de Tribuna Docente plantearon la incompatibilidad de la permanencia de este sector al frente de la lista Rosa. Tribuna Docente se retiró de la Rosa Nacional porque la izquierda, allí presente, no aceptó expulsar a los elementos antiobreros de Aten.

Este ‘llamamiento’ es, entonces, una impostura, un intento de tomar desprevenida a la docencia.

La convocatoria, llena de frases vacías, no reivindica el Cutralcazo; hace referencia a la ‘lucha’ de “miles de trabajadores y desocupados en distintos puntos del país (Tartagal, Jujuy, Córdoba)”, pero no a la más grande de todas, la de Cutral Co.

En forma desdeñosa se atreve a atacar al clasismo, al decir que “tampoco se pueden esperar respuestas de las agotadas fórmulas retóricas y chillonas de sectores de la oposición que —lejos de buscar contribuir humilde y sensatamente en un programa de unidad en la lucha— son incapaces de comprender a los trabajadores tal como son y acompañar su experiencia, sus avances y sus retrocesos”.

Impostoras, se creen como “los trabajadores tal como son”.