Sindicales

28/10/2010|1152

Atentan contra delegado de Kimberley Clark

Que la Federación del Papel convoque al cuerpo de delegados

Los procesos de lucha en el gremio papelero, con excepción de Massuh, no han llegado a la consideración de los grandes medios. Sin embargo, hay un enorme proceso de organización antipatronal y antiburocrática. El atentado a un reconocido dirigente papelero de Kimberley Clark, el martes pasado, es un intento por combatirlo con las peores armas. La interna de la empresa ha encabezado la obtención de extraordinarias conquistas, al punto que supera en salarios y condiciones de trabajo a la mayoría de las papeleras del país.

Los trabajadores de Kimberley acaban de plebiscitar por segunda vez el mandato de su interna, han sido solidarios con otras luchas papeleras y han participado activamente junto a los compañeros de Massuh. La burocracia del sindicato de Bernal repudió estas acciones solidarias, por eso no sorprende que su secretario general sacara apenas 15 votos en las últimas elecciones realizadas en Massuh, de donde él proviene.

La dirección del sindicato de Bernal ha amenazado a los dirigentes de Kimberley con el quite de sus permisos gremiales y con aplicarles los tristemente conocidos “tribunales de ética” de la burocracia sindical.

Las movilizaciones contra los pésimos salarios firmados por la Federación del Papel en la paritaria y contra la brutal flexibilización laboral del gremio se hace sentir fuerte en las grandes papeleras de Zárate y Campana, en San Pedro, en Baradero, Coronel Suárez y Neuquén.

La directiva de la Federación se ha alineado con lo peor de la burocracia sindical en la llamada CGT Azul y Blanca de Barrionuevo -una mala palabra para los papeleros y para todos los activistas obreros del país.

El sindicato y el secretario general de la Federación del Papel deben pronunciarse en forma pública y convocar a una plenario de delegados avalado por asambleas de fábrica. No se puede escribir una vez por mes editoriales “sociales”, mientras se atenta contra delegados del gremio y algunos secretarios generales de seccionales de la Federación siguen con la jerga de la “zurda loca” y del “trapo rojo” contra el activismo opositor.

Se ha abierto una investigación en la fiscalía de Quilmes sobre las amenazas anónimas al compañero. Existe una importante solidaridad de internas y delegados de muchas fábricas del país. La mejor respuesta a las andanzas de las patotas es siempre la organización obrera y la movilización popular. La defensa de la democracia sindical y la solidaridad obrera es el único “delito” de la interna luchadora de Kimberley. Toda nuestra solidaridad con esos trabajadores y con todo el proceso vivo de organización independiente que hoy se está desarrollando en el gremio papelero.