Durante la lucha que libraron los trabajadores mineros de Veladero a principios de año, con asambleas masivas que eligieron a los delegados paritarios, obtuvieron un 23% de aumento que comenzó a regir a partir de febrero. La lucha golpeó duramente a la burocracia propatronal de Aoma, pues fue encabezada por activistas nucleados en la CTA, quienes promovieron un nuevo sindicato.

La Aoma acusó el golpe, intervino la seccional de San Juan en el mes de mayo y se largó a recuperar prestigio entre los trabajadores. Fue así que, en junio, la patronal de Barrick se vio obligada a echar lastre y otorgó un nuevo aumento salarial que regirá desde julio. Al 23% de febrero se agrega un 11,5% y además el “bono anual de producción” pasó de un salario básico a dos, con lo cual se supera el 40% de aumento para el año. Barrick se comprometió, además, a discutir otro ajuste ante una situación económica anormal.

Los enormes beneficios de Barrick, con el precio de oro por las nubes, alienta la lucha de los trabajadores mineros. Lo que no debe abandonarse es la lucha por una dirección independiente de la burocracia de Aoma, la que ha probado ser un agente de los pulpos mineros.