Sindicales

1/8/1996|504

Aurora Avellaneda: una ‘solución’ a la medida de la patronal

En reuniones de sección, los delegados de Aurora Avellaneda  han comenzado a informar sobre la ‘salida’ al conflicto que se está negociando entre la patronal, la UOM y el Ministerio de Trabajo. De acuerdo a estas versiones, el Estado tomaría a su cargo parte de las deudas salariales de Aurora con los trabajadores, mientras que el Banco de la Provincia de Buenos Aires le facilitaría a la patronal los fondos para que vuelva a poner en funcionamiento la planta. Pero con toda esta andanada de subsidios, la patronal, sin embargo, suspendería a la mitad del personal de Avellaneda (150 ó 200 compañeros) durante un período aún no definido, que podría ir de los 6 meses hasta un año. Durante ese tiempo, los suspendidos recibirían un ‘haber’ de 300 ó 350 pesos.


No es difícil darse cuenta que no se trata de ‘suspensiones’,  sino de verdaderos despidos. Como ya pasó en otras fábricas que adoptaron suspensiones prolongadas (Sevel), la patronal comenzará a llamarlos, uno por uno, para forzarlos a ‘arreglos’ individuales y  pagarles una cifra ínfima por el ‘retiro’. Es probable, inclusive, que parte de la deuda salarial acumulada —casi cuatro meses— quede ‘retenida’, para ser cancelada solamente con aquellos ‘suspendidos’ que renuncien. Con este panorama de reducción drástica del plantel, a los trabajadores que queden “adentro” les espera la liquidación lisa y llana del convenio.


En numerosas oportunidades, la dirección de la UOM Avellaneda destacó su ‘protagonismo’ en las gestiones que se realizaban ante el Estado y el Banco Provincia para financiar el salvataje de Aurora. Pero ahora que -según las versiones gremiales- el dinero gestionado por la UOM estaría por ‘aparecer’, una buena parte de los metalúrgicos de Aurora quedarían en la calle.


Durante estos cuatro meses, la crisis de Aurora fue pagada íntegramente por los trabajadores. Ahora, la que recibiría dinero barato… es la patronal. Pero si esto es así, entonces no deben admitirse las suspensiones prolongadas, ni dilaciones en el pago de la deuda. La que debe ‘ponerse’ es la patronal: que la planta se ponga en marcha con todos los compañeros adentro, y con un turno de seis horas sin afectar el salario.  Por el cobro integral de toda la deuda salarial.  Por este programa, es necesario poner en marcha un verdadero plan de lucha, que ha sido completamente abandonado por la UOM en aras de ‘soluciones’ contrarias a los intereses obreros.