Sindicales

19/1/2006|931

Autoconvocatorias y coordinación de los luchadores


El sindicato de los trabajadores de la sanidad privada (Fatsa), dirigido por West Ocampo, ha terminado firmando un nuevo convenio para los trabajadores de clínicas, sanatorios y centros de diagnóstico con un básico de alrededor de 1.000 pesos (el reclamo anunciado era que los básicos de una enfermera no bajaran de los 1.500 pesos). El convenio absorbe los aumentos conseguidos en los establecimientos y los generales del gobierno. Además, se establece que la totalidad de éstos son “no remunerativos” hasta abril (manteniéndose como “no remunerativo” el 50%, hasta julio).


 


La patronal, contentísima: posterga los aportes para jubilación y la obra social y el pago de aumento sobre horas extras, aguinaldo, antigüedad, adicionales, etc. Por eso, “recompensó” a la burocracia con una cláusula de “solidaridad” equivalente al 1% del salario de los trabajadores no afiliados (que será descontado del primer mes con aumento).


 


En el convenio para los laboratorios, la burocracia redujo el plus por antigüedad del 1,5 al 1% por año.


 


También en los hospitales de comunidad


 


En el convenio de los hospitales de comunidad, la burocracia había entregado los adicionales conseguidos en los establecimientos, algunos desde hace años. En casi todos los casos, esto fue revertido con luchas.


 


En Galicia Saude, aún no se ha logrado, por la deserción de la mayoría de la Comisión Interna y de la burocracia de Atsa. Por los reclamos, la patronal despidió a una compañera, por lo que un grupo de delegados y compañeros vienen haciendo petitorios, cortes y concentraciones reclamando por su reincorporación.


 


Contra los vaciamientos


 


La burocracia fue cómplice de los cierres y vaciamientos de establecimientos de salud, como el Hospital Israelita y el Antártida, enfrentando y haciendo echar a los trabajadores que querían resistir.


 


Autoconvocatorias y coordinación


 


La burocracia está en tregua permanente. Es fundamental que los trabajadores se autoconvoquen en los establecimientos para reclamar: aumento de salarios del 50%; básicos no menores a 1.800 pesos; pago de horas extras al 50 y 100%; no absorción de adicionales, que los aumentos sean remunerativos; la restitución del 1,5% por antigüedad para los laboratorios. Ni un peso extra del bolsillo de los trabajadores para la burocracia. La defensa del sindicato debe partir de la lucha por el aumento de salarios y la afiliación voluntaria de los trabajadores.


 


La Agrupación Independiente de la Sanidad (Asis) ha hecho un llamado a coordinar entre los sectores combativos y antiburocráticos este frente de lucha.