Sindicales
27/4/2021
Bahía Blanca: asamblea vota profundizar la lucha por la suspensión de clases presenciales
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El pasado 23 de abril se llevó adelante una nueva asamblea extraordinaria virtual en el Suteba Bahía Blanca (docentes), con el objetivo de discutir las condiciones educativas, el balance de las medidas votadas en la asamblea anterior y la continuidad del plan de lucha para conquistar la suspensión temporal de la presencialidad, la provisión de dispositivos y conectividad a la comunidad educativa para garantizar la educación remota, el nombramiento urgente de cargos necesarios para atender la realidad educativa actual y el conjunto de nuestros reclamos.
La asamblea tuvo lugar en medio de un colapso sanitario del sistema de salud bahiense. Este cuadro, que se replica en prácticamente todo el país, está atravesado por el cierre de las guardias y unidades de terapia intensiva debido a la plena ocupación de camas, un fuerte aumento de los fallecimientos en la ciudad y la región producto del considerable aumento de los contagios. No obstante, tanto los gobiernos nacional y provincial del Frente de Todos, como el municipal de Juntos por el Cambio, siguen insistiendo en la continuidad de la educación presencial sin condiciones.
Todas las intervenciones que recorrieron la asamblea recogieron la preocupación ante el dramático escenario sanitario y coincidieron en señalar la influencia clave de la presencialidad escolar en la disparada de contagios, tanto por el incumplimiento de los protocolos en algunas escuelas, como por el hacinamiento en el transporte público y la movilidad de miles de personas por día producto de la propia dinámica escolar.
Asimismo, fue denunciado el rol que está jugando la burocracia sindical Celeste de Roberto Baradel, del Suteba y de Sonia Alesso en Ctera, que operan como rueda de auxilio del gobierno para contener las manifestaciones de lucha que se han dado en toda la provincia de Buenos Aires, impulsadas por la lista de oposición Multicolor.
Balance del paro de 72 horas
El informe de apertura de la asamblea, presentado por la comisión directiva, arrojó como resultado una baja adhesión y el desgranamiento gradual del paro. Sin embargo, es importante señalar que el paro fue llevado adelante por un muchos docentes que estamos concurriendo presencialmente y de esta forma nos sumamos a los cientos de docentes que no concurren a las escuelas por tener los turnos en completa virtualidad producto de contagios que imposibilitan la apertura presencial de los establecimientos, por las dispensas de grupos de riesgo y las múltiples burbujas de estudiantes aisladas por Covid y, por consiguiente, les docentes que estuvieron en contacto con elles.
Nuevamente el debate giró en torno a la cantidad de horas del paro.
Quienes defendieron mantener el paro de 72 horas fundamentaron su propuesta, por un lado, sobre la base de “no retroceder en la lucha”, en referencia al paro anterior, en un planteo que reduce una medida de lucha a una mera acumulación de horas, lo cual consideramos que es una posición incorrecta, ya que una medida de lucha es un avance cuando mejora la relación de fuerzas a favor de los trabajadores. Lo demuestra el propio desarrollo del conflicto docente en CABA, donde el gremio Ademys votó un paro de 72 horas en una masiva asamblea, que luego no continuaron tras balancear el nivel de adhesión, permitiéndoles mantener la fuerza para volver al paro en estos días. El movimiento obrero organizado muchas veces ha dado un paso atrás para tomar un gran impulso.
Por otro lado, nuevamente se presentó el planteo de que era necesario votar un paro de 72 horas como un paro “sanitario”: el paro como un “paraguas” que permitiera quedarnos en casa ante la presencialidad impuesta por el Estado. Es decir, extremarse en las medidas de fuerza, pero sin la orientación del paro como herramienta de lucha para salir a conquistar el cese de la presencialidad en un planteo al conjunto de la docencia y la comunidad educativa, junto con todas las demás demandas vinculadas a la conectividad, infraestructura, cobertura de cargos, vacunación universal, entre otras. Esta orientación es la causante de que varios de los defensores de continuar con otras 72 horas hayan informado en la asamblea que durante el paro total anterior de 72 horas -justamente el que estábamos balanceando- trabajaron desde sus casas de manera remota, contra lo resuelto en la propia asamblea.
Desde Tribuna Docente seguimos sosteniendo que la contundencia de la medida se expresa en la organización y participación concreta de les docentes y la comunidad educativa, que tome en sus manos e impulse las resoluciones votadas en asamblea. Propusimos un paro de 24 horas para el lunes 26 de abril, para apoyar estos reclamos y desenvolver una movilización del cuerpo de delegades y todes les docentes que acuerden, para profundizar la tarea de ir escuela por escuela a organizar el fin de la presencialidad criminal el mismo lunes, y una asamblea para balancear y continuar con el plan de lucha.
Paro activo y movilización para imponer el cese presencial
Luego de 4 horas de intenso debate y pese a haber tenido un comienzo difícil por las dificultades técnicas producto de la propia virtualidad, la asamblea que contó en todo momento con más de 135 docentes reafirmó con el voto mayoritario de les docentes el planteamiento desenvuelto por Tribuna Docente en la asamblea anterior, es decir, ir a organizar las escuelas para frenar la presencialidad, imponiendo la suspensión de las clases presenciales con asambleas por escuela. Se respaldó este reclamo con un paro y apagón virtual de 24 horas el día lunes 26 de abril, una conferencia de prensa junto a Aduns y el trabajo escuela por escuela el mismo día para garantizar el cese presencial, junto a una nueva asamblea extraordinaria el día martes 27 para discutir cómo continuar.
Llamamos a toda la comunidad educativa a tomar en sus manos el reclamo por el cese de la presencialidad hasta que estén dadas las condiciones sanitarias, a todes les docentes a adherir al paro y realizar asambleas por escuela, sumarse a las medidas de lucha y a exigir el nombramiento de cargos necesarios para sostener la continuidad educativa en estas condiciones, así como la entrega gratuita de dispositivos y conectividad para estudiantes y docentes que lo necesitan, porque entendemos que llenar de participación cada una de las medidas de lucha son tareas indelegables para construir un movimiento que logre imponer sus reclamos.