Sindicales

24/4/2020

Bahía Blanca: el intendente Gay contra los salarios municipales

Los trabajadores de la ciudad de Bahía Blanca sufrieron un nuevo ataque en medio de la crisis acelerada por la pandemia. Ahora les tocó a los municipales que, con la excepción de los trabajadores de la salud, cobrarán en dos cuotas los salarios correspondientes al mes de abril: recibirán el 70 % en la fecha correspondiente, mientras el 30 % restante lo cobrarían recién a mediados de mayo. “Trataremos de abonarlo lo antes posible”, señaló el secretario de Economía, Juan Esandi, justificando la decisión de disponer de un dinero que le pertenece al conjunto de los trabajadores del municipio (Frente a Cano, 23/4). Además, abrió el paraguas ante una más que segura agudización del problema para el mes de mayo, ya que esta decisión es en función de la recaudación de abril, a partir de la actividad de marzo, cuando transcurrieron varios días sin que estuviera en vigencia la cuarentena obligatoria.


Resultan clarificadores los argumentos con los que el oficialismo justificó este manotazo de dinero ajeno. Por un lado, el diputado provincial y principal armador de Juntos por el Cambio en Bahía, Santiago Nardelli, defendió la medida de desdoblar el pago a los trabajadores municipales como una especie de retribución al personal de salud, ya que no le parecería correcto “trasladarle una preocupación adicional al personal de Salud” (La Brújula 24, 23/4). La impostura se completa cuando afirma que “ya contamos con un estrés emocional en ese sector. Entiendo la posición del resto, pero desde una perspectiva que no se adapta al tiempo que estamos viviendo". El planteo es claro: en este naufragio no hay lugar para todos, y quienes no estén directamente abocados a la salud deben ser “solidarios” y financiar al estado municipal, y así rescatarlo de un eventual default con el total de la planta de trabajadores. Se trata de una política criminal contra el conjunto de los municipales, que no pueden darse el lujo de dejar de percibir un solo peso de sus ingresos en un contexto de depresión económica e inflación galopante.


Este recurso de enfrentar las necesidades de los trabajadores de la salud con las del resto de los municipales fue complementado por la posición del secretario general del gremio (STM), Miguel Agüero. En una entrevista, le pidió al municipio que “no hagan una división entre los trabajadores. Si se paga en dos tramos, que sea para todos igual” (La Brújula 24, 23/4). La agenda municipal de recortes arbitrarios hizo carne en Agüero, a tal punto que dobló la apuesta: que no se aplace el cobro de una parte de los salarios, sino que el gremio les da vía libre para avanzar sobre el conjunto de los salarios municipales, bajo el ropaje de una pretendida “igualdad” en la miseria.


Está claro que la brújula del intendente Gay siempre apunta en la misma dirección del ajuste contra los trabajadores, ya sea con paritarias a la baja, el desmantelamiento de programas municipales o la contratación de trabajadores bajo la más completa precariedad. Esta vez se suma el cobro diferido de los salarios y la situación amenaza con escalar hacia mayores atropellos laborales en los próximos meses.


No aparece en el horizonte de Gay ni en el de Agüero la posibilidad de gravar las ganancias siderales de las empresas que operan en el Polo y en el puerto de la ciudad. Todas actividades que han funcionado incluso por encima de lo habitual desde que comenzó la cuarentena. Estamos ante el estado municipal cortando el hilo de la crisis por lo más delgado, con la complicidad de la conducción del gremio, mientras reconoce abiertamente que la ciudad está lejos de poder hacerle frente al pico de la pandemia, que ahora se espera para el mes de junio.


Ante la crisis del sistema de salud y la carestía general que se profundiza, los trabajadores debemos tomar en nuestras manos un programa propio: abajo el desdoblamiento de los salarios municipales; por salarios acordes a la canasta familiar; pase a planta de todos los trabajadores municipales; tasa extraordinaria sobre las empresas del Polo y el agronegocio; provisión de todos los insumos necesarios y testeos a todo el personal de salud.