El pasado 12 de octubre se realizaron las elecciones en el SUOEM, el sindicato de trabajadores municipales de Córdoba Capital. La Fucsia, conformada por trabajadores y luchadores de distintas reparticiones (áreas operativas, dispensarios, hospitales, escuelas, cpc, etc.), se presentó como una alternativa independiente, poniendo en pie un fuerte agrupamiento que es una flamante referencia para dar una salida concreta a la parálisis del sindicato. La Fucsia obtuvo 500 votos, aproximadamente el 10% de la elección. Prensa Obrera entrevistó a Susana Rins, de la agrupación "29 de Mayo" quien fue la candidata a secretaria general de la Fucsia.

 

Corresponsal: -¿Qué significó la presentación de la lista Fucsia en las elecciones del SUOEM?

 

Susana Rins: -El SUOEM es uno de los sindicatos más fuertes y de mayor presencia en la escena cordobesa, por lo que la presentación de nuestra lista constituyó una oportunidad privilegiada para desarrollar una campaña de denuncia  entre  la complicidad entre la burocracia enquistada en el sindicato y el gobierno municipal, cuyo intendente Mestre (UCR-CAMBIEMOS) viabiliza la política nacional. La voz de la Fucsia se sumó a la de las fuerzas que emergen desde las bases del movimiento obrero cordobés con un programa independiente y  disonante respecto del que sostienen la lista oficialista, en franco proceso de asimilación a los intereses de la patronal y de descomposición interna.

 

C:- ¿Quiénes integraron la lista?

 

S.R.: -La lista constituyó  un frente único dirigido por trabajadores clasistas, integrado por compañeros participantes de diferentes orientaciones políticas, unificados en torno a una meta común: recuperar el sindicato para los trabajadores. Resultó  fundamental la orientación que este núcleo clasista imprimió a la campaña, mostrando claramente la coherencia entre los puntos programáticos de la Fucsia y los que levanta nuestro partido. Los 500 votos obtenidos casi duplicó lo obtenido en 2014.

 

C:- ¿En qué contexto se constituyó la Fucsia?

 

S.R.: -Al interior del sindicato se había planteado una unificación de kirchneristas, progresistas, radicales y macristas detrás de la figura de Daniele -histórico dirigente de la burocracia sindical con 32 años frente al gremio- como expresión de una “solidaridad” frente a los ataques que el ejecutivo municipal venía realizado en su pretensión de  posicionarse de cara a las legislativas de octubre y las de gobernación 2019. La lista Fucsia planteó una comprensión diferente de este seguidismo a Daniele, entendiendo que la unificación tras la Verde constituía un alineamiento para la defensa de los intereses  burocráticos del sindicato y de los negocios que éste mantiene con el ejecutivo municipal. En efecto, tras el discurso de la unificación, se postergó la pelea por la sucesión del actual dirigente, pelea que hubiera expuesto las luchas faccionales al interior del sindicato encabezadas por burócratas con años al frente a las reparticiones, imputados por la justicia en algunos casos y con prácticas amañadas a través de prebendas y negociados con la patronal que explican la parálisis del sindicato frente al avance de las empresas tercerizadas y el trabajo precarizado en diferentes áreas  de la municipalidad. Daniele no encabezó la lista oficialista bajo el argumento de una jubilación acelerada por Mestre y la  posible intervención por parte del Ministerio de Trabajo. La maniobra se completó cuando sobre la hora de inscripción de las listas nombró una sucesora inconsulta: su actual pareja, Beatríz Biolatto, en una expresión de cómo los lazos de parentesco dirimen las sucesiones al interior de las burocracias.

 

C: -¿Cuál fue la recepción que recibió el programa de la Fucsia?

 

S.R.: -Frente a esta parálisis gremial, nuestro programa expresó la necesidad de defender las conquistas logradas por los trabajadores municipales en todos los campos: se plantó por la defensa del poder adquisitivo del salario frente a acuerdos salariales que vienen siendo negociados a la baja, no sólo por  inflación sino también por el sostenimiento de un impuesto a las ganancias -cada día más abusivo y confiscatorio-; por el 82% móvil para los jubilados frente a la reforma previsional que prevé el aumento de la edad y disminuye el porcentaje respecto del activo; por la defensa de nuestro convenio colectivo municipal frente a la reforma laboral que avanza mientras asistimos al vaciamiento de las áreas operativas y al ingreso de empresas que hacen negocios con la intendencia a costa de la estabilidad laboral y de las arcas municipales; nos pronunciamos claramente contra la reforma educativa que ya se implementa en nuestras escuelas y jardines maternales con los operativos de evaluación, con la precarización docente y la falta de insumos; contra la reforma de salud, que mercantiliza a través del CUS el acceso a la salud de los vecinos, reduciendo a un mínimo las prestaciones al alcance de los que menos  tienen. La Fucsia fue la voz de la democratización del gremio, planteando la necesidad de modificar el estatuto gremial para evitar la perpetuación en el poder y las camarillas que negocian a espaldas de los trabajadores, defendiendo la necesidad de la asamblea como método para deliberar colectivamente y decidir planes de acción que enfrenten el ajuste.

 

C: -¿Con qué método se desarrolló la campaña?

 

S.R.: -Procuramos visitar cada una de las reparticiones municipales, para explicar los puntos de nuestro programa, realizando asambleas espontáneas en cada lugar visitado. Pero conscientes de que lo que nos pasa como municipales en Córdoba es expresión de un ajuste a nivel nacional, participamos con una importante delegación del Plenario Sindical convocado en el Estadio de Lanús (30/9/17), pronunciándonos a favor de los legisladores del FIT que defienden el programa que levantamos.

 

C: -¿Qué tareas quedan hacia adelante?

 

S.R.: La principal conquista que nos dejó esta elección es que nuestra militancia y nuestra influenciase se multiplicó. Con este capitalizaremos un plan de trabajo  que le permita al activismo del SUEOEM romper con el planteo de subordinación y derrota que ha instaurado la lista verde en nuestro sindicato. En contraposición a esto tenemos en puerta un boletín que plantea una vasta campaña  de asambleas  contra la Reforma Laboral y Jubilatoria y por la reapertura de las paritarias. La democratización de nuestro sindicato tiene que estar al servicio de desenvolver cada reivindicación y poner en movimiento las reservas de lucha de los trabajadores municipales.