Sindicales

24/5/2012|1223

Balance de las paritarias a mitad de camino

La paritaria de la UOM, siempre importante, esta vez lo es más. Caló firmó por un 23% en uno de los convenios más rezagados del movimiento obrero. En esta sintonía se cerraron otras paritarias. Comercio en dos cuotas que suman 24%, pero no promedian un 20%. Bancarios anualizado un 23%. Fatida, gráficos, firmó un 24% en cuotas.


Si tomamos los promedios anuales, lo firmado en estos gremios ronda los 20 puntos, a excepción del 23% de bancarios, el sector patronal que está primero en ganancias.


Los acuerdos han llegado cuando la inflación estimada se va estirando hacia el 30% anual. Todavía faltan los tarifazos en el transporte, el gas y la luz, y el impacto en los precios de impuestazos como los de Scioli, Macri, Binner o Sapag. La burocracia sindical ya había comenzado la gran entrega en los gremios del Estado, los más sensibles al ajuste cristinista por el creciente déficit fiscal: el 20%, en cuotas.


El gobierno ha logrado imponer una política de paritarias a la baja, aunque para ello eche un poco de lastre en algunas negociaciones. Un éxito político trabajoso, con muchos conflictos por abajo, con una crisis con la CGT y con fuertes posibilidades de que ante un recrudecimiento inflacionario se reabran paritarias como ocurrió en el pasado.


La cuestión del mínimo no imponible de ganancias y los topes de salarios familiares está siendo usada en función fiscal y, además, políticamente, de cara a la interna de la CGT: mientras siga Moyano no habrá cambios en ambas cosas.Al gobierno le ha llevado cinco meses cerrar estos acuerdos y falta todavía bastante. Alimentación está con paros por turnos reclamando 28%, telefónicos votó reclamar 31,5%, el subte va a un paro de 72 horas en medio de una crisis política en la Ciudad, Smata va cerrando por trimestre (el último 6%) lo que deja siempre abierto el debate, en ferroviarios y Luz y Fuerza la oferta es cero por la indecisión respecto de los tarifazos, lo que hace que la inquietud vaya creciendo entre los trabajadores. Y falta nada menos que camioneros, que no deja de ser un gran gremio aun con un Moyano debilitado, lo cual tiene el efecto contradictorio de obligarlo a picar con un reclamo más alto que en años anteriores, cuando actuó de freno del resto.


En este cuadro, ferroviarios, alimentación y gráficos serán puntos claves para la izquierda que tiene incidencia en esos gremios. Sea para incidir en el movimiento general o en las luchas fabriles que se extienden en todos los gremios, antes y después de paritarias. En el neumático se planteará una batalla política contra la pretensión de Watsejko de hacer punta en un convenio por dos años, buscando ser más papista que Caló.


Que ninguna paritaria se cierre sin mandato de bases. Asambleas inmediatas en el ferrocarril y en las empresas eléctricas. Asamblea general en el neumático para discutir un mandato, asambleas fabriles para profundizar el plan de lucha en la alimentación. Por la reapertura de las paritarias estatales y docentes.