Sindicales

27/3/1997|532

Balance del paro docente

El paro nacional docente fue masivo en Neuquén, Río Negro, San Juan, Misiones y Chaco. Es decir, en provincias donde la medida empalmó con las huelgas y movilizaciones que vienen protagonizando esas jurisdicciones. En esos casos, la docencia tomó la huelga como un factor de ampliación y reforzamiento de la lucha.


Fue más débil en el resto del país, porque fue vaciado por la propia conducción de CTERA, que no se empeñó en la organización del paro. En la Provincia de Buenos Aires no hubo campaña, ni publicitaria, ni en las escuelas, en muchas de las cuales, la propia existencia del paro era desconocida.


Una de las excepciones se registró en Capital, donde el paro fue importante, especialmente donde hay organizaciones estudiantiles y donde se vienen registrando movilizaciones por la interrupción de los servicios de comedores escolares. Se llevó así al fracaso la campaña de Sanguinetti, que salió a decir que “el paro no tenía sentido porque en las escuelas porteñas no se está aplicando la Ley Federal de Educación” (Clarín, 25/3), para terminar amenazando con el descuento del día de paro, ante el resultado de su campaña.


En términos generales, como paro nacional, el fracaso de éste, se debe a la política de la CTERA, absolutamente a contramano de las grandes luchas en curso de los docentes y de sus reivindicaciones.


Dicha política fue fijada por la conducción de la CTERA, y Marta Maffei en particular, en el plenario nacional de secretarios del gremio, realizado en Viedma el día 20, “en solidaridad y fuerte apoyo con Río Negro y Neuquén que están en lucha”. Allí Maffei manifestó que “la única solución al problema educativo es modificar el modo en que se cobran y distribuyen los impuestos, y eso hay que pelearlo en el Congreso de la Nación que es donde se hacen las leyes” (Río Negro, 21/3).


Y acto seguido, sacó de la manga un planteamiento que revela la total improvisación de esta burocracia ante la “brasa caliente” de estas enormes luchas provinciales. Explicó que dos días antes, “junto con la diputada Mary Sánchez, presentaron un proyecto para ser tratado sobre tablas, impulsando que se declare la emergencia salarial docente y que se cree una comisión mixta entre las comisiones de Presupuesto y Hacienda y Educación para analizar alternativas de solución presupuestaria…”. Tuvo que reconocer que, obviamente, la iniciativa fracasó, por el requerimiento de los dos tercios para que se tratara sobre tablas en un Parlamento menemista. Y pese a eso, como perspectiva planteó que “seguiremos insistiendo en comisión y sobre tablas” (ídem).


Como broche de oro, Maffei anunció que “a partir del 2 de abril hará ayuno frente al Congreso para apoyar a los trabajadores de la educación, entre ellos, los de Neuquén y Río Negro que están en huelga” (Clarín, 21/3). ¡¡¡La dirección de la CTERA decidió tomarse 10 días para … terminar sacando esta medida inocua e inoperante!!!


La única voz disidente en el Congreso fue la del representante de Santa Cruz (ADOSAC), quien denunció esta política y reclamó el lanzamiento de un plan de lucha.


Además, estas luchas no se limitan al reclamo salarial. Los docentes luchan contra la Ley Federal de Educación y las consecuencias de su aplicación. La dirigente ceterista, en cambio, se queja de que “algunas provincias no han hecho nada para implementar la Ley Federal de Educación” (ídem).


La movilización que convocó SUTEBA, repentinamente, en vísperas del paro, para las 10 de la mañana del 24, tuvo la intención de disimular su bancarrota y, al mismo tiempo, boicotear y dividir la marcha que horas después tendría lugar por Cabezas y el 21º aniversario del golpe militar, y que los mandantes frepasistas habían decidido boicotear.


Cobra, entonces, más actualidad que nunca, el reclamo de un Congreso de bases que ponga en marcha un plan de lucha nacional. Asambleas, plenarios abiertos y coordinadoras zonales, para apoyar las grandes luchas provinciales en curso e impulsar esa misma acción y métodos en toda la docencia.