El 14, los bancarios realizaremos un primer paro con movilización por la paritaria bancaria, que venciera el 31 de diciembre pasado y fuera postergada por una suma fija mensual que apenas alcanza un 18% del salario inicial. El paro es una confesión del fracaso de la estrategia de postergación de la burocracia sindical frente al ajuste de Macri.

El gremio bancario reacciona ante la bronca creciente de la base contra una profunda provocación de las patronales y el gobierno macrista, con despidos en el BCRA, el Banco Provincia y el Hipotecario, que se replican en la mayoría de los bancos privados que avanzan en la destrucción de puestos de trabajo encubiertos bajo los retiros voluntarios.

La Bancaria montó una carpa que lleva 50 días en la entrada del BCRA. Su junta interna, opositora a la dirección del sindicato, ha estado “floja de reflejos” y no ha salido a enfrentar los despidos con medidas de acción, ni siquiera ha convocado una asamblea del edificio para discutir un plan a seguir. 

El gremio bancario se movilizó contra el impuesto a las ganancias y los despidos el 1˚ de marzo, en oportunidad de la apertura de sesiones del Congreso, soportando incluso la represión policial.

En este marco de ascenso en la movilización, la semana pasada, los trabajadores del Banco Provincia de Buenos Aires realizaron un paro total contra los despidos y el intento privatista del directorio -que encabeza el macrismo, pero también integran el Frente Renovador y el FpV.

Sobran las reservas de lucha en la base bancaria. Lo demuestra el altísimo nivel de movilización ininterrumpido, desde la docena de paros por los despedidos de la Caja Popular de Tucumán y contra el impuesto al salario.

Planteamos la reincorporación de todos los despedidos, un salario inicial bancario igual a la canasta básica familiar (20 mil en mano, es decir un 40% de aumento), abolición del impuesto al salario y que las patronales se hagan cargo mientras tanto. Pase a planta de todos los precarizados.