Bancarios: Por un paro y plan de lucha en defensa del salario


La última audiencia por la paritaria bancaria, realizada en el Ministerio de Trabajo el pasado miércoles 1, concluyó con la negativa de las patronales a firmar el acta de la reunión. Desconocen así el aumento de un 20% que ellas mismas firmaron, con el favor del gobierno -que se negó a homologarlo- y a pesar del fallo judicial que insta a las cámaras empresariales a cumplir con las cláusulas del acuerdo y al gobierno nacional a no interferir.


La ofensiva del gobierno y las patronales contra las paritarias no se restringe solamente a nuestro gremio. También los docentes han entrado en un período de ebullición en la pelea por el salario, y la discusión es la misma: por un lado, el planteo del techo del 18% en cuotas; por otro, la intentona de avanzar sobre los convenios colectivos y las condiciones laborales bajo el verso de la “productividad del trabajo”.


 


Ataques y CGT


 


El ataque del gobierno toma mayor dimensión porque el preacuerdo implica apenas un 20% para el inicial, disminuyendo a lo largo de la escala. Se trata de un acuerdo absolutamente “barato” para el bolsillo de los banqueros, que han obtenido ganancias exorbitantes en los últimos años (en 2016, de más del 60%). No hay otra explicación para esta avanzada que un intento de disciplinar al movimiento obrero y a los trabajadores bancarios en particular, que ya demostramos nuestra capacidad de lucha.


 


Mientras las patronales liquidaban sin la actualización, la CGT unificada mantuvo el jueves 26 su reunión en Mar del Plata, de la que participó Sergio Palazzo, el secretario general de La Bancaria: el cónclave no se pronunció públicamente por la paritaria bancaria, ni por los despedidos de AGR Clarín y Banghó. Luego, el triunvirato de la central lanzó una movilización para el 7 de marzo y un paro nacional sin fecha para la segunda quincena de dicho mes -otra maniobra dilatoria frente a un 2017 que empezó a puro ajuste, con subas en los combustibles y el


servicio eléctricos y una inflación que raya el 2% para enero y va subiendo.


 


El rol de la Corriente Federal de Trabajadores, en la cual milita la directiva nacional de La Bancaria, ha sido de completa adaptación al triunvirato; primero bregando por un lugar en la mesa directiva, luego rehusándose a unificar la pelea con diferentes gremios enrolados en CTA que también buscaban una recomposición salarial frente a 2016 y la reapertura de la paritaria, y dejando pasar cada episodio del ajuste del gobierno y la oposición (Ganancias, “reparación histórica” de las jubilaciones, ART, veto de la ley anti despidos, etc.).


 


Por un paro nacional


 


La Bancaria ha lanzado una campaña de asambleas por lugar de trabajo. Planteamos  convocar un paro nacional bancario, como primera medida de un plan de lucha escalonado hasta obtener el reconocimiento del acuerdo y, por supuesto, para poner sobre la mesa la defensa de nuestras condiciones de trabajo en un pliego de reivindicaciones urgente de los bancarios.


 


Ni un despido en el movimiento obrero; por la adhesión a cada evento que resuelvan los compañeros de AGR-Clarín y Banghó. El viernes 3 acompañamos la movilización de los trabajadores de AGR al Ministerio de Trabajo.


 


Por el pase a planta de todos los contratados, monotributistas y tercerizados –incluidos mantenimiento, seguridad y limpieza.


 


Por la abolición del impuesto a las ganancias sobre los salarios; mientras tanto, que las patronales se hagan cargo.


 


Por la defensa irrestricta de nuestro convenio colectivo de trabajo 18/75.


 


Por ingreso de personal en todos los bancos.


 


Por la defensa de la Caja de Jubilaciones del BPBA y todos los servicios sociales.


 


Basta de vaciamiento del Banco Provincia.