Con la participación de delega­dos de 18 seccionales de todo el país se constituyó la Lista Nacional Bancaria 90 Bordó, que enfrentará a la burocracia zanolista en las próximas elecciones del gremio del 19 de agosto.

En la lista participan destaca­dos delegados generales de los principales bancos (Nación, Río, Provincia de Buenos Aires, Caja de Ahorro, etc.).

Esta lista es un frente de las agrupaciones sindicales del PO, Mas y Mst, que incorpora también agrupamientos y delegados inde­pendientes (Nación, etc.).

La 90 Bordó ya se había pre­sentado como tal en las últimas elecciones seccionales de la Capi­tal, donde estuvo el 35% de los votos y logró la representación de la minoría en el Congreso Nacio­nal de la Asociación Bancaria. Lue­go de dicho triunfo vinieron las derrotas de la burocracia zanolista en los grandes bancos (Nación, Provincia, Río, y, recientemente el Banco Córdoba).

Divisionismo del CTA y el PC

El CTA ha jugado desde su constitución un rol divisionista de la oposición a la burocracia en el gremio bancario. Sabotea el ac­cionar común del bloque de inter­nas antiburocráticas con el argumento de que necesita “afianzar el espacio del CTA en el gre­mio”. El punto más alto de este divisionismo se manifestó en el último Congreso de la Asociación Bancaria, cuando se negó a hacer un frente común con los congresales de la 90 para votar por un plan de lucha de todo el gremio y por la reivindicación del salario y del convenio único.

Frente a las elecciones bancarias, pregonaban primero la abstención “ante la falta de ga­rantías para elecciones lim­pias”. Pero cuando vieron que la 90 Bordó se constituía de to­dos modos se lanzaron a la “lu­cha electoral”. Se negaron a discutir en común un programa, así como cualquier criterio de elección democrática de los can­didatos. Su criterio “unitario” consistía en que la izquierda debía disolverse tras los emble­mas del “CTA.

Esta política divisionista sirvió a una maniobra ya orquestada con el sindicato para dividir a la oposi­ción.

El PC, ex integrante de la 90 Bordó, fue uno de los adalides de esta política divisionista.

Campaña de agitación y organización

Una tercera lista se presenta a las elecciones del 19 de agosto en la Bancaria, encarnada por uno de los principales sindicados en la co­rrupción del gremio, el ex tesorero Bandini. A pesar de que se habla de lazos particulares con el duhaldismo, muchos bancarios afirman que la lista ha sido alentada por el propio Zanola para dividir la “opo­sición”.

El gremio tiene graves pro­blemas. El convenio casi no exis­te y las patronales que ya lo venían practicando de hecho, ahora quieren aplicar con todo el decreto 470. En la banca pri­vada no se firma un convenio salarial desde hace 30 meses. La Obra Social, esquilmada por la burocracia, está en liquidación.

La defensa de los convenios, el rechazo a todo intento de arrancar conquistas a través de negociaciones por empresa, la elección de paritarios en Asam­blea, un inmediato aumento sa­larial de emergencia, la recupe­ración de la Obra Social, cárcel para los malversadores, la in­vestigación de la Obra Social a cargo de un comité designado por las Asambleas de los princi­pales; en torno a estos puntos la 90 Bordó realizará una campa­ña nacional de agitación y orga­nizará al activismo en todas las seccionales y en todos los ban­cos.