EL 10 EL SUBTE NO SE MOVIO

Con un ausentismo de casi el 100 por ciento el subte quedó totalmenteparalizado; fue un rasgo distintivo del éxito del paro nacional.
Los trabajadores ni pisaron las líneas; ni los que tienen auto, ni los que viven cerca, ni los que accedieron al mail patronal que garantizaba el pago de remises o del consumo de nafta.

Esta primera constatación, deja en ridículo el argumento de la patronal y de la directiva kirchnerista de la AGTSyP, de que el paro fue provocado por patotas de la UTA o por sabotajes. Los meneados “desmanes”, no pasaron de algunas bolsas de basura o extinguidores en las vías en un par de líneas.

Es que cualquier patota carecía de objeto, ante túneles, estaciones y talleres absolutamente desiertos. Hasta los supervisores se adhirieron. La excusa de los atentados fue un intento -de parte de la patronal y del kirchnerismo subterráneo- de desdibujar el hecho de que no había nadie para mover los trenes.

La derrota política del pianelismo no tiene precedentes; se jugó a morir por quebrar el paro, con la excusa pueril de que lo convocaba Moyano y la UTA, ocultando su apoyo a un gobierno que está mendigando un hueso al FMI, ofrendando una confiscación despiadada contra la clase trabajadora en favor de la banca, de Repsol y de los fondos buitre.

Conscientes de la tendencia al paro, reemplazaron la deliberación asamblearia por una “consulta” trucha eimprovisada, con métodos diversos que iban desde planillas de tráfico y pedazos de papel, hasta mensajes telefónicos e “impresiones” personales. Todo para poder decir a los medios que una “minoría” de huelguistas rompía la democracia si no se sometía a una supuesta mayoría “carnera”. Como si se tratara, además, de un paro del subte y no una huelga general.

Aún en estas condiciones fraudulentas, tuvieron que reconocer que sólo un 17 por ciento de los 4 mil trabajadores fue consultado y que el resultado fue una relativa paridad (390 a 304). Los que critican a Moyano armaron esta manipulación, tan bizarra, que ni elcamionero se atrevería a cometer.

Asambleas, como la de la Línea B o la del taller San José, votaron el paro sobre la base de un debate. Otras como la del combativo taller Rancagua, se limitó a debatir la modalidad de la adhesión, partiendo de que el paro estaba convocado nacionalmente.

La mayoría de la masa del subte, no pudo pronunciarse, dado el método minoritario y despolitizado que impuso la directiva. Así y todo, una gran cantidad anticipaba que no se presentaría atrabajar.

Si el carnereo de un paro nacional, sin un solo argumento político, ya es de inusitada gravedad, el subte desierto en la madrugada del 10 lo convirtió en una catástrofe política de la directiva K. Para embarrarla más, salieron en los medios, del brazo de la patronal, a atribuir el ausentismo a los mentados sabotajes y patoteadas, llegando al extremo de pedir intervenciónde la policía para garantizar el trabajo… de un personal inexistente.

Para más abundancia sobre tal bancarrota política, el adjunto, Segovia, declaraba que las paritarias eran libres y que los sueldos del subte eran altos. Totalmente zarpado. Es muy claro que esta gente no está encondiciones de defender en la paritaria en curso, el 37 por ciento de aumento que votó el cuerpo de delegados. Van a ir a la rastra del gobierno y de la UTA. Deberían ser apartados de la representación y reemplazados por paritarios electos.

El balance del paro, debe plasmarse en un reagrupamiento del activismo del subte, para defender la línea histórica combativa y clasista. Y recuperar a la AGTSyP, que hoy está amenazada por una conducción que, por su adhesión a un régimen que se hunde, pone en peligro su futuro.

Organizarse independientemente y como paso inmediato encarar una agenda de asambleas y de movilización del subte por el pliego paritario.

S. V.