Sindicales

21/4/2020

Bancos: ablandan la cuarentena para profundizar la flexibilización laboral

Tribuna Bancaria

Esta última semana el BCRA ha dispuesto la atención al público en general en todos los bancos mediante un sistema de turnos web. Como ya venimos señalando, sin mucha claridad, se van emitiendo resoluciones que dejan lugar a maniobras patronales de todo tipo.


En la mayoría de los bancos no se han dispuesto los elementos necesarios para la protección del personal, en algunos casos ni siquiera había jabón en los baños y ni que hablar de las mamparas, detectores de temperatura, la aireación de los inmuebles, la limpieza y desinfección periódica, la conformación de las comisiones de control mixtas, etc.


Esto deja claro que el cuidado de la salud de los trabajadores no es prioridad para las patronales bancarias. La dotación mínima para la mayoría de las entidades financieras resultó ser la totalidad del plantel de cada sucursal o unidad de negocio. Sin rotación de turnos, sin información certera sobre las funciones exclusivas a cumplir. Entendiendo que estamos en un escenario de excepción, cualquier medida debe ser exhaustivamente detallada y,  si no lo es, la dirección sindical debe hacer hincapié al respecto exigiendo y denunciando cualquier irregularidad.


En el caso de las sucursales, el horario de atención al público se ve extendido hasta las 17hs, dejando las tareas que se realizaban entre las 15.00 y las 17.15 para realizar a la par con la atención o en horas extraordinarias que en gran parte de los casos no son contempladas ni se pueden cargar para el posterior cobro de las horas extras. Esto nos encuentra, además de expuestos y desprotegidos en nuestro lugar de trabajo, en una sobrecarga de tareas y funciones, incluso ajenas a nuestra labor habitual, sea desde ordenar filas, prestar funciones para otras áreas del banco, incluso siendo forzados a seguir comercializando en este contexto. Esto último remarca la verdadera razón detrás de la presión patronal por la reapertura de sucursales. Para clarificar aún más esta realidad, Jorge Brito, dueño del banco Macro afirmó “aunque sea un riesgo, hay que empezar a abrir la economía” (ámbito financiero 16/4).


Las patronales que dirigen los principales bancos extranjeros, bien conocidos por ser los grades fugadores de capitales, enriquecidos cuantiosamente gracias a la timba financiera, siguen evidenciando cuan ilusoria era la falsa preocupación por la economía local y los cobros previsionales mientras desfilaban por los diferentes canales haciendo el papel de preocupados.


Ni uno solo ha procurado los medios para garantizar el cobro de haberes jubilatorios o pensiones de manera ordenada y resguardando la salud de beneficiarios, clientes, y trabajadores.


Solo la ambición comercial se puso de manifiesto al momento de abrir las sucursales ni siquiera dando lugar al financiamiento de emergencia para procurar que las empresas puedan pagar los sueldos a trabajadores.


No olvidamos, el caso de quienes continúan prestando tareas desde el hogar, el llamado teletrabajo o home office. Ya venimos alertando los aspectos perjudiciales que se dan en esta situación, que no se encuentra regulada por nuestro convenio colectivo. El abuso patronal en esta modalidad no se detiene, exigencias de conexión 24hs, de prestar insumos, elementos e incluso el teléfono personal para atender sin descanso, poniendo no tan solo su fuerza de trabajo a disposición de la patronal, sino también su infraestructura hogareña.


Mientras esta situación se desenvuelve, la dirección del sindicato no ha hecho más que lanzar una propuesta tentativa de protocolo limitado que no fue aprobada en ningún banco, ya que cada entidad se maneja con sus propios criterios y, visto esto, lanzaron la distribución parcial de máscaras para suplir la responsabilidad de las patronales y seguir garantizando así la atención y el funcionamiento de los bancos, en definitiva cediendo ante las presiones empresariales sin miramientos. Agravando su papel deplorable con un comunicado ambiguo que señala a las trabajadoras y trabajadores bancarios como los responsables de su propio cuidado, el de sus pares y el público en general. Una verdadera canallada.


Paritarias


La pandemia ha relegado por completo cualquier atisbo de reclamo salarial, en un marco inflacionario ascendente que dilapida el poder adquisitivo. Es importante señalar que la inflación de marzo fue del 3,3% llegando a un acumulado en los últimos 12 meses del 48,4%. Recordemos que Palazzo, haciendo caso de un seguidismo atroz al gobierno de Alberto Fernández, fue uno de los primeros en entregar la paritaria a la baja, aceptando un magro aumento de suma fija en el gremio que menos razones tiene ante las suculentas ganancias de los bancos. La tan mentada “cláusula de revisión”, con la que meses atrás el secretario general del sindicato se floreaba en los canales de televisión y en las radios, ha caído en el olvido y su aplicación parece menos creíble que la independencia política de esta dirección sindical.

Los anuncios como el control de precios de Afip o la prohibición de despidos y suspensiones son un decorado. Las empresas siguen despidiendo y la burocracia sindical motoriza rebajas de salario a fin de preservar puestos de trabajo.


Todo esto en un contexto de renegociación de la deuda y donde el incremento en la emisión monetaria y la incertidumbre reinante derribó en una nueva escalada devaluatoria que llevo al dólar contado con liqui a superar la barrera de los 100 pesos.


Si no se toman las medidas necesarias (la nacionalización de la banca, junto al cese del pago de la deuda externa, para colocar los ahorros del país al servicio del rescate a las mayorías trabajadoras) vamos rumbo a un default sin precedentes.


¡Acercanos tus denuncias! 


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