Sindicales

8/1/2020

Basta de dilaciones en el Subte: que aparezca el plan de desasbestización y renovación de la flota

Rodríguez Larreta monta un show mientras sigue el riesgo sanitario

La Naranja del Subte

Los resultados de la lucha contra la contaminación del subte por el asbesto se van produciendo con extremada lentitud y resistencia de la parte patronal. Esto es extremadamente grave si se tiene en cuenta la peligrosidad de la situación y el riesgo al que están sometidos los trabajadores y los usuarios.


La empresa y particularmente el gobierno de Rodríguez Larreta, propietario y controlador del servicio a través de SBASE (Subterráneos de Buenos Aires Sociedad Anónima), responsables conscientes de esta emergencia de salud pública, han montado un tinglado mediático totalmente falso. Difunden que está en marcha un plan general de desabestización y, como prueba de ello, ofrecieron una representación para los medios, en el taller Rancagua, donde una empresa – Borg – está a cargo del trabajo de descontaminación sobre formaciones, en un túnel o “burbuja” especial, con personal calificado y todo tipo de implementos de seguridad. Debe aclararse que esa tarea se hace solo en la línea B, que en más de dos meses solo se trató una formación y que, en el mejor de los casos, a dos por mes, llevará 7 meses desasbestizar – parcialmente – las 15 restantes solamente en esa línea. Decimos parcialmente porque, por ejemplo, el asbesto que forma parte del revestimiento interior de los vagones, por el momento no se toca. Mientras tanto, se ha detectado asbesto en los trenes que están circulando por las líneas C y E, sin que se haya comenzado ninguna tarea sobre los mismos, con excepción del cambio de alguna formación, por otra extraída de otra línea. A lo que se agrega que las formaciones afectadas han corrido antes por otras líneas como la A y la D.


Debe decirse que todo lo que se ha avanzado hasta el momento se debió exclusivamente a las medidas tomadas por los trabajadores y delegados de la AGTSyP, que levantaron muestras, interrumpieron las tareas sobre material sospechado y presionaron para que el personal sea examinado por especialistas. Que no existe tal “Plan” general de desasbestización se evidencia en la ausencia de fechas y trámites para el reemplazo de la flota y la inexistencia de procedimientos sobre otras líneas. Tampoco se ha hecho nada en túneles, vías y estaciones, ni se conoce un diagrama para enviar a todo el personal a control médico. Los especialistas sostienen que dada la volatilidad de la sustancia y el tiempo que lleva usándose, no hay sector que pueda declarase no afectado.


En el reclamo de todas esas acciones se basa el programa de los trabajadores, por el que se ha hecho un paro de tres horas antes de fin de año y una marcha muy combativa a SBASE. Que tuvieron la particularidad de ser medidas del conjunto de los trabajadores del subte, contra la política patronal de mantener el conflicto confinado a la línea B y los talleres. Como si un muro de contención, alrededor de los sectores más activos – los que iniciaron las medidas de defensa y tienen comisiones de seguridad e higiene, que actúan con gran autoridad en la constatación y cumplimiento de todas las medidas – pudiera amortiguar la expansión inevitable del conflicto.


Ahora los talleres decidieron un paro para la semana del 15, de todo el mantenimiento, con concentración en las cabeceras de 6 a 9 y de 13 a 16. Por otra parte un trascendido habla de un posible esquema de verano para el tráfico de la B, que, basado en la reducción estacional de pasajeros, permita retirar formaciones para desabestizarlas en la “burbuja” de Rancagua antes de volverlas a rodar.


La nueva prórroga del contrato con Metrovías hasta que se complete la nueva licitación, es utilizado como una pantalla para dilatar medidas que son más que urgentes en relación a la salud de trabajadores y usuarios. Se esgrimen excusas como la búsqueda de fuentes de financiamiento o aprobaciones presupuestarias, siendo que en cualquier caso hay que renovar gran parte de la flota y eso correrá por cuenta del gobierno de CABA y no de la gerenciadora. Una buena oportunidad además para confirmar el carácter parasitario de estas empresas intermediarias y reabrir el debate sobre la estatización de la operación de este medio y su control por los trabajadores. Entre otras cosas porque tanto el gobierno como el gerenciamiento de los Roggio, están comprometidos hasta las manos en haber, a sabiendas, hecho funcionar un servicio de trasporte altamente contaminado.


Es clave en este cuadro que la AGTSyP, formule una agenda general de acción, que incluya a todos los sectores, para terminar con las dilaciones, que se generalicen las acciones de descontaminación a todo el subte, se ponga en marcha ya la renovación de la flota y se someta todo el personal al examen médico. Comisiones de seguridad e higiene con derecho a veto en todas las líneas