Sindicales

3/10/2013|1288

Basta de muertes en el subte

Que controlen los trabajadores

La asamblea del taller Rancagua resolvió parar dos horas por turno en repudio de las circunstancias que rodearon la muerte del compañero Sergio Reyes, que a cuatro días de ingresar al subte fue arrollado por una formación al cruzar las vías. Se trata de un paso precario, mal señalizado y cercano a la salida de una curva. Los trabajadores ingresantes no han sido instruidos sobre el peligro de ese lugar. El hecho de que sea habitualmente transitado por operarios y personal jerárquico, agrava la responsabilidad de una patronal que debería impedir que alguien pueda ser atropellado en el recorrido obligado de los trenes.


Esta es la cuarta muerte que se produce en poco más de dos años por causas evitables y vuelve a poner de manifiesto las condiciones generales de inseguridad y de siniestralidad en el subte, cuya corrección requiere de las inversiones necesarias. Pero por sobre todo, del control de los trabajadores en materia de seguridad e higiene y el derecho a vetar trabajos o usos de instalaciones que no reúnan las condiciones necesarias. Deben incorporarse al Convenio los comités de seguridad e higiene con la potestad de la parte obrera para interrumpir situaciones riesgosas. Mientras tanto, esa prerrogativa elemental debe ser ejercida por la AGTSyP y sus delegados. Al cierre de esta nota, circulaba la propuesta de extender la medida de repudio al resto de las líneas y exigir una reunión de emergencia entre la AGTSyP y los componentes patronales -Sbase y Metrovías- para encarar de manera urgente las falencias que implican alta probabilidad de siniestros.