Sindicales

14/2/2019

Basta de muertes obreras en el Cordón Industrial de San Lorenzo

Por un congreso de delegados de base. Plan de lucha. Paro activo regional de 36hs ya

Concejal del PO/Frente de Izquierda

El reciente fallecimiento de un joven de apenas 25 años al ceder una baranda y caer de 15 metros de altura en las instalaciones de la planta cerealera de Puerto General San Martín (Cofco, ex Nidera, los mismos que tienen en vilo a 200 familias en Valentín Alsina con el cierre de la planta) tiene responsables muy claros. La negligencia del Estado con su abandono de los controles de seguridad de los trabajadores pasa bajo la vista gorda de la patronal, del Ministerio de Trabajo y de la burocracia sindical.


La CGT de Pablo Reguera de San Lorenzo respondió con un paro por duelo de 24 horas. Este accionar repetido por la CGT aceitera busca lavar las culpas. Hace poco tiempo el SOEA participó del lanzamiento del Manual de “Buenas Prácticas en la Industria Aceitera”, tratando de vincular los accidentes a una responsabilidad casi exclusiva de cada operario. Hay que avisarle al secretario general de la CGT que los manuales, al igual que los comités mixtos de seguridad, fracasaron y que las barandas, los desmoronamientos, la ausencia de los sensores de fuego, etc. etc. son responsabilidad absoluta de la patronal. La ausencia de los mismos genera en más de una oportunidad la muerte de trabajadores.


La Uocra, por su lado, emitió un comunicado planteando que “delegados y miembros de la comisión directiva del gremio siguen de cerca el peritaje realizado en el lugar del siniestro”. Pero la Uocra debería llamar al paro ya hasta que se garanticen todas las condiciones necesarias de seguridad que proteja la vida de los obreros.


Muertes obreras


Han pasado solo 2 meses de la muerte del obrero Fernando P. de 35 años, que trabajaba para la empresa DHSH de Capitán Bermúdez y cumplía funciones en la cerealera Louis Dreyfus de Timbúes, mientras limpiaba un tanque con vapor de agua hirviendo el piso se desmoronó y él cayó sobre los residuos, quemándose el 90% del cuerpo.


El estado de situación de los complejos sojeros es una bomba de tiempo, no solo por su falta total de mantenimiento que potencialmente prepara las condiciones para explosiones que puedan llegar hasta los propios cascos urbanos, sino porque son verdaderos “caminos de la muerte” para una cantidad de jóvenes trabajadores,  la mayoría de las veces de empresas tercerizadas. Es decir mano de obra joven y barata.


Esto ocurre en los cimientos de las millonarias agroexportadoras que venden en dólares y pagan en pesos y bajo la complicidad de los gobiernos de todos los pelajes políticos que están y que han estado al servicio de los sojeros.


La empresa Cofco es la misma que en diciembre del año 2017 fue responsable de la muerte de Domingo Ramón G. de 61 años.  Fue durante la explosión de una celda en la que una cantidad de trabajadores quedaron también con lesiones.


Pero la realidad es que las muertes obreras abarcan no solo a Cofco, sino al conjunto de las cerealeras de la sur de Santa Fe; Fernando Peña camionero de 35 años murió quemado enero 2018 (Dreyfus); Gustavo López, de 19 años, en diciembre del 2016 murió aplastado en un alud de soja también en la empresa china Cofco; Lucas Coronel, el 21 años febrero 2017, murió en el sector de secado de la cerealera Dryfus y la lista lamentablemente sigue.


El gobierno de Miguel Lifschitz (Frente Progresista), luego de todos estos accidentes, anunció que reforzaría “los controles de las condiciones de trabajo”. Sin embargo, frente al informe anunciado de que el 50% de los complejos agroindustriales sobre el rio Paraná se encontraban con irregularidades que ponían y ponen en peligro la vida de los trabajadores,  el Ministerio de Trabajo de la provincia suspendió sólo transitoriamente la actividad y sin que hayan cambiado las condiciones de seguridad. Le levantaron la sanción impuesta, una verdadera aberración política.


Por un plan de lucha


Los trabajadores del cordón tienen que sacar sus conclusiones. Hay que exigir ya un plenario de delegados de base de todo el Cordón Industrial que vote un plan de lucha y que exija el paro activo ya hasta que se garanticen todas las medidas de seguridad.


Por comités de seguridad independientes del Estado y con mandato de parar la producción si está en riesgo la vida. Que proteja la seguridad laboral y ambiental de los trabajadores dentro y fuera de la fábrica.


Por la nacionalización de los puertos bajo control obrero y por un impuesto extraordinario a los grandes pulpos sojeros para el mantenimiento y la obra dentro y fuera de estas plantas.


Por asamblea en cada lugar de trabajo. Por el congreso de delegados de base de las centrales obreras.


Por el paro activo de 36hs que le pongan un fin a los despidos, los cierres y las muertes obreras.


 


 


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