Sindicales

15/5/2003|800

Brukman y Sasetru

Entrevistamos a Lucy, obrera de Brukman desde 1995. Estuvo entre los primeros que ocuparon. “Luego vinieron más compañeras a las que dejamos entrar, pero no a los encargados que eran de la parte patronal”, nos dice.


Lucy formó parte de la delegación de la fábrica Brukman que estuvo en Sasetru respondiendo al llamado de los obreros que estaban a punto de ser desalojados. “Llegamos con el cartel y lo colgamos en la verja frente al fuerte operativo policial”, afirma orgullosa.


“Fue la primera vez que fui a una lucha así. Me dio sensación de llorar al ver que los trabajadores quieren conservar su fuente de trabajo. Me impresionó, porque había más policías que gente apoyando. En la terraza había un montón de gente resistiendo. Se acercóCrónica y los obreros les gritaron que se iban a mantener ahí, porque estaban peleando por conservar la fuente de trabajo. Estaba todo en silencio; parecía calmado, pero era un ambiente muy tenso. Se esperaba el resultado de la negociación que habían encarado los concejales que habían entrado a la fábrica. Salieron y dijeron que no había arreglo, que la policía daba un plazo de media hora. Empezó a llegar más policía, con caballos, con perros y de civil. Y un helicóptero amenazante. Entonces llegaron delegaciones del Polo Obrero de más de 500 personas que vinieron a hacer el aguante. Ahí también estábamos los compañeros de Brukman. Fueron llegando las Asambleas. Se iba poniendo todo más tenso. Se veía que iban a tirar los gases y nos preparamos con toallas mojadas y limón porque ya habían entrado los policías a desalojar la fábrica. Y sacaron a la gente. Vi a un muchacho que la policía sacaba arrastrándolo. Eran ciento y algo de trabajadores y la policía los apuntaba con sus armas. Los de Brukman nos tuvimos que ir minutos antes de la feroz represión, que luego se largó con todo.


“Casi es lo mismo que la lucha de Brukman. Allí también largaron gases y balas de goma. Sólo que en Brukman, el lunes 21 hubo más gente y un humo que no dejaba ver nada y no había por donde salir. Yo, que sufro del corazón, creí que me moría. Nosotros luchamos por la fuente de trabajo y en Sasetru también. Querían ponerla a producir luego de que estuvo cerrada como 10 años. No sé por qué – las autoridades – hacen esto. Será que ellos quieren que haya más delincuencia, más pobreza, porque no nos dejan trabajar.”