El gobierno de la Alianza en la Ciudad de Buenos Aires pretende imponer una feroz “flexibilización” laboral y un recorte de presupuesto en los teatros dependientes del municipio.

Pretende que los actores, hasta ahora con contratos en ‘relación de dependencia’ pasen a la categoría de ‘proveedores’, es decir quitarles la cobertura social y convertir al trabajador en “autónomo”.

De facto, esto es generalizar la forma de contratación que ya rige en el Teatro Colón, donde para poder cobrar el artista debe tener sus impuestos al día, es decir, pagar antes de cobrar.

El otro mazazo a las condiciones de vida de los pocos actores ocupados vendrá en relación a los salarios: para el año que viene, De la Rúa tiene planeada una reducción del 50% en los salarios; así, quienes en “Ricardo III” ganaban 3.600 pesos, pasarán a cobrar 1.800 pesos en “Seis personajes en busca de un autor”.

Estas dos cuestiones de fondo son las que rondan el conflicto desatado en el Teatro San Martín, a raíz del retraso en el pago de los sueldos de setiembre.

La Asociación Argentina de Actores (sindicato) convocó a una movilización frente al teatro “por el atraso en el pago de los haberes, ante el posible recorte presupuestario para el año próximo, ante la falta de programación de los teatros de verano, por la posible desaparición de los elencos de bailarines y titiriteros del Teatro General San Martín, ante la falta de presupuesto para elencos teatrales en los centros culturales, por el intento de las autoridades de modificar el sistema de contratación”.

El gobierno le pidió al sindicato que  “desactivemos la movilización y lleguemos a un acuerdo” (Crónica, 6/12), prometiendo el pago de salarios atrasados y  “disculpándose”  porque se produce por “reformulación administrativa”, ocultando que se gastó la plata de esos sueldos para ‘capitalizar’ el Banco Ciudad en 100 millones de pesos.

Los actores debemos repudiar esta política, hay que exigirle al gobierno que los salarios del San Martín se mantengan como eran en Ricardo III, mantener la relación de dependencia y que se aumente el presupuesto de cultura para crear elencos estables en todos los centros culturales de la ciudad.

Si el gobierno tiene plata para subsidiar a las grandes empresas privatizadas (recordar los subsidios diarios a ferrocarriles y subtes), o las deudas de los Techint, Soldati, Roggio, etc., que se ‘ponga’ para pagar el trabajo de los artistas.

 

* Ningún recorte de salarios en las salas municipales.

* Pago de salarios adeudados.

* Contratos con relación de dependencia.

* Exijamos al gobierno la ocupación plena de todos los actores: Que se cree un elenco estable en cada centro cultural municipal.

* Aumento del presupuesto de educación y cultura.