Los trabajadores metalúrgicos de la empresa Stockl, en el Parque Industrial de Burzaco (Almirante Brown), se encuentran en lucha frente al despido injustificado de dos operarios, uno de los cuales era promovido para delegado por sus compañeros.

En varias fábricas de la zona sur se han producido despidos y suspensiones; en el conjunto del país, tales ataques afectan a 20 mil trabajadores.

La respuesta obrera

Cuando los dos obreros llegaron por la mañana, no pudieron ingresar a la fábrica, aunque aún no estaban notificados del despido de modo fehaciente.

En esa ocasión, los trabajadores del turno mañana realizaron una asamblea en el ingreso y votaron un paro indeterminado hasta que se logren las reincorporaciones. Ante la parálisis completa de la planta, la patronal amenazó con despedir a otros 30 compañeros si continuaba la medida. La respuesta fue un piquete de los trabajadores del turno mañana y tarde, que bloqueó los portones evitando la entrada y salida de camiones y de personal.

Cómo sigue

El día 2 de noviembre se realizó audiencia en el Ministerio de Trabajo; la fortaleza de la lucha impuso la presencia de los despedidos en la misma y la reincorporación de uno de ellos (el otro aceptaría el retiro).

Quedó fijada una nueva audiencia para el martes 8. La asamblea de fábrica resolvió volver a trabajar, y retomar el paro si no se produce la reincorporación ese día.

La reinstalación al puesto del compañero que se mantiene firme en la decisión de volver sería un indudable triunfo de los trabajadores. Sin embargo, desde la agrupación Tribuna Metalúrgica llamamos a no bajar la guardia: en la medida en que el Ministerio no dictó la conciliación obligatoria con el despedido adentro, el paréntesis hasta el martes podría permitir todo tipo de maniobras patronales para desactivar la lucha.

La crisis y la burocracia

Stockl fabrica autopartes para las multinacionales Toyota, Volkswagen y Honda. Durante la década de gobierno kirchnerista, la patronal se benefició por los bajos salarios de convenio y la tercerización laboral. Ahora, frente a la agudización de la crisis económica, pretende ajustar a los trabajadores y mantener sus ganancias intactas.

En fábricas de la zona sur de la provincia de Buenos Aires, como SIAM, SIAT Tenaris y Canale, estos ataques han llevado a paros convocado por las bases, sobrepasando la tregua de Belén-Caló. En contraste, la UOM no se ha trazado ningún proceso de lucha y deliberación para frenar los despidos y suspensiones que proliferan en todo el país. Por el contrario, el gremio pacta con las patronales el ataque al activismo de lucha, como en el caso de SIAT Tenaris, donde acaban de suspender a dos luchadores.

Por la reincorporación en Stockl y para frenar los atropellos patronales en las metalúrgicas de la zona, necesitamos abrir un proceso de deliberación en la base metalúrgica que elabore e impulse un plan de acción.

Desde Tribuna Metalúrgica planteamos la convocatoria un plenario de delegados de la seccional, que vote un plan de lucha hasta lograr la reincorporación en Stockl y en toda otra fábrica que despida; decimos basta de suspensiones  y exigimos la reapertura de paritarias.